IX

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— ¡Luka! — gritó Juleka yendo tras su hermano.

Alya llegó enseguida al escuchar la conmoción y pudo ver lo que había pasado.

No daba crédito a lo que sus ojos veían.

Adrien con una tierna sonrisa y estando totalmente satisfecho, se separó de la azabache para mirar su rostro de felicidad y lleno de sonrojos pero con lo único que se encontró fue con la palma de la chica, quien le había dado una cachetada, fría y en seco, que resonó en todo el lugar. Fue tanto que hasta las personas que estaban cerca de ellos se callaron y voltearon a verlos.

Un silencio adorno el ambiente y Adrien la miró, la chica tenía los ojos llenos de lágrimas — ¿Marinette? — dijo él, triste y sorprendido.

— ¡¿Crees que es divertido?! — el chico guardo silencio y la miraba con sus ojos cristalinos — ¿Crees que es divertido jugar con los sentimientos de las personas? — dice la chica realmente furiosa — No es divertido Adrien, ¿Que pensabas? Que con un beso volvería rendida a tus pies, pues date cuenta que eso ya no va — Marinette se dio la media vuelta fastidiada pero lo volvió a mirar — Mi corazón ya no te pertenece....

Esas palabras partieron el corazón del joven — Marinette yo… — intento replicar y se acercó para tocar a la chica del brazo pero ella se alejó en seco.

— Aléjate — dijo fríamente — No quiero que te acerques a mí, no quiero volver a verte — dijo cruelmente y se alejó de ahí.

Adrien se quedó en el lugar, todos lo miraban, se sentía la peor y no era para menos, lo que había hecho realmente no estuvo bien, se sentía mal, dolido y con el corazón hecho trizas, su desesperación por recuperarla solo había empeorado la situación, en ese momento ya estaban anunciando que la banda volvería a tocar y enseguida llegó Nino para llevarlo con los demás.

— Vámonos Adrien ya es hora — Adrien lo miro y Nino solo negó con la cabeza.

— Eso… realmente fue lo peor que pudiste hacer — el rubio solo miro al suelo y siguió avanzando hasta llegar con los demás.

Al llegar, al mismo tiempo, por el otro lado también iba llegando Luka, quien al verlo no pudo contenerse y se fue sobre él, dándole un buen puñetazo.

Al instante Nino intercedió y Juleka detuvo a su hermano.

— ¡Qué querías lograr idiota?  ¡Te dije que la dejaras en paz! ¿NO CREES QUE YA TUVO SUFICIENTE DE TI? — decía el chico furioso perdiendo totalmente la compostura — Escuchame bien, imbécil, no voy a permitir que juegues con ella — dijo tomándolo del cuello de la camisa.

El rubio no sabia que decir, no contesto y ni siquiera lo miro.

— Sé que estás furioso hermano, pero justo ahora no es el momento — dijo Nino tratando de hacer entrar en razón a Luka, aunque no lo culpaba por estar así.

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Marinette se alejó de donde estaba el rubio, realmente estaba molesta, ¿como se había atrevido a hacer una cosa así?

En su cabeza solo estaba Luka, esperaba con todo su corazón que no lo hubiera visto, ya se lo contaría ella.
No quería que entendiera que aún sentía algo por Adrien.

En ese momento, Marinette se detuvo de su caminar, ¿Porque le preocupaba que Luka los viera? No eran novios ni nada, ¿Porque no quería que pensara que aún sentía algo por Adrien?

Estas preguntas resonaron la mente de la chica, se había dado cuenta que sentía algo por Luka, ¡Ella quería a Luka!

Alya llegó a sacar a su amiga de sus pensamientos — ¡Marinette! — le habló preocupada y se abrazaron.

¿Me darías una Oportunidad? Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon