5: Primer día de clases

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Veo bajar a Nuna con una combinación que no es usual en ella y con el rostro casado y fastidioso, sus zapatillas de la suerte rojas, su pantalón color cereza una remera negra con el logo de star wars y una campera azul.

-Lindo modelito Nuna.

-Cállate tonto.

-Huuu amanecimos de malas... ¿Se puede saber por qué?.

-Deje por un segundo la traba de la ventana y debe de haber entrado un animal o algo por que la mayoría de mi ropa huele a animal, es un asco.

-Por eso te dije que cerraras, pero nunca haces caso. Tenía una idea bastante exacta del tipo de animal que había entrado a la habitación de mi pequeña hermanita.

-Ya deja de hacer esa sonrisa sádica, das miedo.

-Es que me estoy acordando de algo que tengo que hacer... si ya terminaste vamos.

-Deja que me lleve al menos los hotcakes para comer en el camino.

-Bueno, vamos, pero no manches el auto.

-¿Tu habitación es un asco y te quejas por una mancha en el auto?.

-Mi hermoso nido no está en discusión, ahora apúrate o te dejare.

-Me da igual, bien podría ir sola.

-De ninguna manera, no pienso dejarte ir sola... muévete, ten. Dije entregándole dinero.-Con eso basta par a el almuerzo y el desayuno y no comas porquerías.

-Deja de gastar así el dinero idiota... sabía que harías eso. De la heladera la veo sacar una caja grande y una más chica.-Vamos.

-¿Y eso que es?.

-Cajas de almuerzo, en los dos días que estoy aquí te quejas del almuerzo de la cafetería por eso los hice, el más grande es obvio que es para ti... aun no entiendo cómo es que puedes comer tanto y no engordar.

-Genética hermanita... soy un chico muy especial. Dijo haciéndose el lindo contorneándose todo.

-Muévete reina de la belleza o me harás llegar tarde a mi primer día de clases.

Odiaba cuando trataba de hacerse el lindo en especial por que quedaba ridículo haciendo esos gestos y peor aún abecés lo hacía en público era totalmente vergonzoso por lo cual salía corriendo y no paraba hasta llegar a casa.

Enserio odio mi primer día de clases, la gente me mira y parece evitarme como si fuese una especie de plaga, pensé en mi hermano, sé que es un demonio como entrenador, tal vez en sus suplencias al profesor de gimnasia él se ganó más de un enemigo, ¿Pero que tenía que ver yo?, a medida que caminaba los oía susurrar, me encojo de hombros y fui hacia mi locker en donde deje mis libros y tome los que necesitaba, odiaba eso, pero al menos el primer día me comportaría como una santa, luego cuando entre al salón todos me miraron como si fuese una especie de asesino en serie y entonces empecé a contar, no me gustaba que no tuviesen las agallas para enfrentarme o peor aún se la pasasen de chismosos y callaran justo cuando me acercaba, tome mi asiento y la humillación final vino el maestro me hizo presentarme, ¿Quién diablos sigue haciendo eso en estos tiempos?, nadie me prestó atención, es mas era como si no viesen la hora para que terminase, tampoco es que yo me extendí mucho, y seguí contando para calmarme y conté hasta que la clase termino junte mis libros y mis apuntes, ya estaba harta al menos iría a ver a mi hermano entrenar.

Me guie por los planos de mi hermano, dios su letra es horrorosa, hasta que por fin llegue, me tomo media hora pero al parecer un profesor había cancelado la clase así que tenía tiempo de sobra.

Ella me desarmaWhere stories live. Discover now