Cɪᴛᴀs [Gold x Freddy] [Finalizada]

🏖️Plαчα🏖️

Finalmente el día llegó, su quinta cita y eso había puesto al castaño un poco alterado. En las salidas anteriores Gold se portaba como todo un caballero, siempre le daba rosas o bombones que lo hacían sentir especial y querido.

Por esa razón, el quería transmitir el mismo sentimiento hacia el contrario y el día anterior se había estado en la cocina, preparando unas galletas en forma de oso. Claro que obviamente antes de envenenar a Gold, uso a Fred como conejillo de indias. Aunque le costó un poco convencerlo.

-Vamos Fred, ayúdame. No te pido que cocines conmigo, solo que pruebes lo que hago - Suplicaba Freddy

-Claro que no, todo para no envenenar a la lámpara fundida...Consíguete a otro conejillo de indias o proba lo vos-

-Por supuesto que no ¿Que pasaría sí me envenenó a mí mismo y tengo que posponer mi cita con Gold? Vos sos él que está acá y sos mi hermano. Por favor - Lo miro con ojos suplicantes de perrito apaleado.

-Como esa cara no me convences Freddy- Siguió negándose el azabache.

-Haré lo que sea, sólo prueba mis galletas...Sos mi única esperanza- Podía llamar a alguien más, pero tardaría más en convencer a otra persona y no estaba para perder más tiempo.

-¿Lo que sea? - Preguntó Fred a lo que el contrario asintió- Bueno, se mi sirviente por 2 semanas y cerramos el trato - Extiende el brazo derecho con la mano extendida para sellar el trato.

-Eres de lo peor, pero no tengo a nadie más- Realiza la misma acción, con la diferencia que utiliza su brazo izquierdo y cierran el trato. Esas dos semanas serán difíciles pero se preocuparía después. Ahora su misión era hacer las mejores galletas para su enamorado.

Luego de muchos intentos fallidos, demasiados se podría decir. Fred finalmente aprueba las galletas e incluso él las prueba y estaban realmente deliciosas.

Al terminar de cocinarlas, las coloca en una bolsita transparente y le coloca un moño dorado.

Volviendo a lo que estaba contado, él estaba alterado por qué tenia temor a que Gold le disguste sus galletas que había preparado con tanto amor y dedicación para él.

Un sonido de alguien tocando el timbre lo sacó de sus pensamientos. Tomó su mochila donde anteriormente había guardado algunas cosas, entre ellas las famosas galletas en forma de oso y abrió la puerta.

Se encontró a su enamorado con ropa ligera, Croc's y unos lentes de sol puestos en su cabeza. Lo hacían ver muy apuesto. Freddy se sentía un ser inferior al lado de semejante escultura de los dioses. Si, así es como lo veía él al contrario.

-¿Te quedaras ahí parado o vamos a ir? - Cuestionó moviendo su mano enfrente de la cara del otro que lo miraba fijamente- Tierra a Freddy, tierra a Freddy...¿En que tanto pensas?-

-Lo siento, vamos- Comenzó a caminar a la limusina del recién llegado evitando mirarlo por qué lo había descubierto viéndolo y tenía un sonrojó en sus cachetes.