❄️ Σxтяα 4 ❄️

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Era una mañana de sábado como cualquier otra, nuestra pareja favorita se encontraba durmiendo plácidamente en su habitación, hasta qué aparecieron sus hijos

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Era una mañana de sábado como cualquier otra, nuestra pareja favorita se encontraba durmiendo plácidamente en su habitación, hasta qué aparecieron sus hijos. Gabriel llevaba de la mano a Gunther, se veían adorables con sus piyamas de ositos.

-¿Podemos dormir con ustedes?- Preguntó el mayor a su padre Freddy, ya tenía 8 años y aún le gustaba estar en la cama de sus padres.

-Claro que sí cariño- Respondió somnoliento el castaño- Gold, muévete-

-Ya va- Contestó adormilado cómo su esposo. Le dejó lugar a los niños para que se acuesten entre medio de ellos. El más pequeño al lado de Freddy y el otro al lado de el rubio albino.

Era una escena adorable de imaginar. Gunther estaba casi encima del de ojos azules, lo abrazaba cómo si no lo quisiera perder y Gabriel sólo estaba de costado en dirección a su padre.

Pasado un rato, el rubio albino al no poder dormir más se quedo observando a su familia. No podía describir el amor que sentía por ellos, podía no ser tan demostrativo con sus sentimientos pero con esos tres seres queridos era completamente diferente. Sacaban su faceta más sincera y amable.

Acercó su mano a uno de los cachetes de su esposo, comenzando a acariciar despacio dicha zona. Amaba sentir la piel de su amado con sus manos. Era tan suave y confortante.

El contrario al sentir el tacto del otro, sonrió y de a poco abrió los ojos. Por unos segundos que parecían eternos sus miradas se conectaron y sentían que sólo eran ellos dos.

-Iré a hacer el desayuno osito-Anunció el rubio albino.

-Está bien amor...¿Necesitas ayuda?-

-No, gracias -Agradeció Gold la ayuda-No te levantes, lo traeré acá...Gus no te va a soltar por nada en el mundo, no quiero molestarlo-

-Qué amable - Soltó una pequeña risita.

El de ojos plateados se levantó de la cómoda y cálida cama, se estiró y se dirigió a la cocina. Prepararía un desayuno simple, tostadas, cereales, chocolatada y café. Nada del otro universo.

Al tener todo listo, colocó por un lado las bebidas y por otro los alimentos. En ese momento agradecía tener dos mesas para apoyar sobre la cama.

Lo llevó y despertó a sus hijos. Gabriel se despertó enseguida, pero el rubio se aferraba a Freddy cómo si no hubiera un mañana. Él castaño comenzó a acariciar el cabello de su hijo.

-Gus, cariño tenes que despertar...Si no desayunas no crecerás- Advirtió su padre Freddy, logrando que el menor lo soltará.

-Pero yo quiero ser un niño fuerte- Respondió el de ojos celestes aún aferrándose a el contrario.

-Lo serás si comes tus cereales y tomas tu chocolatada- Le explico el castaño mientras acariciaba el cachete de su hijo. A lo que el niño tomó el tazón donde se encontraba el cereal y comenzó a comerlo rápidamente.

Cɪᴛᴀs [Gold x Freddy] [Finalizada]Where stories live. Discover now