GRAYSON Y ANDREY

7.5K 958 459
                                    

—¡Dima! ¡Esto no puede ser en serio! ¡Ese chico es un idiota! ¿Sabían que no tiene ni la menor idea de que es un licano? ¿Qué clase de "omega" es este? Y se quejan que Mikhel es un "perro", al menos sabe más de nuestro mundo que mi primo...

—¡No me hables de ese perro! Andrey, sé que al principio las cosas no vayan tan bien, pero debes confiar en nuestra decisión. Tomate tu tiempo de que se conozcan, trata de ser su amigo y ayudarlo, te necesita. Luego las cosas se darán por si solas; después de todo nuestro instinto nos guía...—Le respondió Dima acariciándole el cabello con ternura.

—Dima... Pero... ¡Es que en serio no me atrae para nada! ¡Ni siquiera lo soporto! Y él tampoco quiere saber nada de mi. ¿Cómo diablos pretenden que vamos a ser "compañeros de vida"? ¡Eso es absurdo!

—Ya te dije que al principio las cosas no siempre van bien. Te lo digo por experiencia: Yo odiaba a tu padre, no podía ni soportar tenerlo cerca... Pero luego las cosas fueron cambiando... Hasta que terminamos siendo lo que debimos ser desde el principio. ¡Y luego te tuvimos a ti!

—¿Ajá? ¿Y luego no quieren matarse uno al otro a cada rato?

—Pues... Aún tenemos nuestras diferencias...

—¡Dima! ¡Quiero volver a casa! ¡Por favor! No quiero seguir con esto...

Dima abrazó a su hijo para consolarlo. A pesar de que Andrey era un chico ya bastante grande, no podía evitar tratarlo como a un chiquillo. Pero el sonido de la bocina del auto les hizo separarse, asi que Dima besó a su hijo en la frente para despedirse:

—Llegó tu padre por mí. Andrey, pon de tu parte; Verás que en unos días se llevarán mejor, sólo deja de estar a la defensiva.

—¡No estoy a la defensiva! ¡Esto no va a funcionar!

—Te quiero, debo irme. Tu padre te llamará más tarde.

—Pero...

Dima le dio la espalda a su hijo y se retiró apresurado hasta la camioneta negra que le esperaba. Andrey se quedó de pie observando a su padre más joven subirse al auto, mientras lamentaba su suerte.

—¿Todo Bien? —Preguntó Sergueiv a su compañero cuando este se sentó a su lado.

—¡Lo estará! Andrey está algo quejoso, sabes como es él... Pero eventualmente nos agradecerá por haberlo traído. Sólo es cuestión de tiempo.

—Dima, ¿Estás seguro que podemos confiar en el "gris"? Si esto no resulta Andrey podría verse perjudicado en el clan. Los ancianos no van a ver con buenos ojos que un lobo negro sea su compañero de vida.

—Ese "gris" como le llamas, sabe lo que dice. Conoce mejor que nadie la ley de los cruces, y mientras Andrey sea el alfa, el resultado será una cría de nuestra especie. Recuperaremos la esencia de Mijail, eso tenlo por seguro... —respondió Dima con satisfacción.

—¿Quieres criar a otro cachorro, amor? ¿No te basta con nuestro hijo desafiante y orgulloso? —Le dijo Sergueiv en tono de broma.

—¡Me encantaría! Quiero que ese cachorro sea como nuestro. Extraño a mi pequeño Andrey. Creció muy rápido, pero aun es mi cachorrito.

—Por eso es preferible que hablaras tú con él. Sabes manejarlo mejor que yo. A mi simplemente me daría la espalda y me dejaría hablando solo.

—¡Eso es porque los dos son igual de orgullosos! Pero yo sé cómo sobrellevarlo. Ahora, ¿cómo te fue? ¿Les convenciste de reunirnos?

Sergueiv respiró profundo antes de responder. Ambos ya se desplazaban por el centro de la ciudad en la vehículo blindado de la embajada, y aunque no era una visita oficial, igual les seguía un segundo vehículo que era su seguridad.

"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobosحيث تعيش القصص. اكتشف الآن