COYOTE

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—¿Y bien? ¿Dónde demonios te habías metido?

—¡Ay! ¡No empieces Ya-ya! Sólo estaba dando un "paseo" por ahí...

—¿En serio? ¿Estabas "paseando", idiota?

Kumiko se puso las manos en la cintura en señal de enfado, en tanto que Kalev suspiró con fastidio preparándose mentalmente para el sermón que iba a recibir.

—¡Deja de fastidiarme! Se muy bien cuidarme solo, y mañana te traeré lo que te debo.

—¡No! ¡Tú eres un idiota! Y los idiotas viven poco. Si vas a morirte ¡al menos págame todo lo que me debes antes de hacerlo! ¡Mis doscientos dólares de este mes debiste pagarlos el quince, y ya pasó una semana...

—¡Dios! ¿Sólo piensas en el dinero, Ya-ya? Por un momento pensé que en verdad te preocupabas por mí...—Le respondió Kalev con cinismo.

La bruja le clavó una mirada de esas que matan.

—Hay comida en el refrigerador. ¡Caliéntala y come si tienes hambre! Luego prepárame algo de té verde y me lo llevas al desván.

Kumiko entonces le dejó para irse a recostar un rato.

—Ella si se preocupa por ti...—Le respondió el niño que estaba sentado en el mostrador.

—¿Si? ¡No me digas! Una bruja que tiene "sentimientos"... ¿Qué sigue? ¿Vampiros que brillan en la oscuridad? —Le respondió Kalev con fastidio.

—En "Crepúsculo" los hay...—Le respondió el chico sonriendo.

—¡Lo sé! ¡También vi la estúpida película!

Pero Kalev, en vez de ir a comer y descansar; Fue directo a la caja registradora del negocio de Kumiko a sacar algo de dinero. Aunque Chang corrió y le trató de detener:

—¡Kalev! ¿Qué estás haciendo? ¡Si la Ya-ya te va hacer tapete si se entera que le sacaste dinero!

—No se va a enterar porque tú no vas abrir la boca, y yo se lo devolveré triplicado cuando regrese. Necesito completar el monto para entrar en un juego de poker. ¡Lo tengo todo arreglado para ganar! —Le insistió Kalev mientras sacaba el dinero.

—¡No! ¡Ni se te ocurra! ¡La última vez que apostaste regresaste sin ropa! ¿No estarás pensando regresar a ese bar de lobos?

—¡Si! ¿Dónde más hay lobos imbéciles para sacarles dinero fácil?

—¡Kalev! La Ya-ya te advirtió que te alejarás de los Lihuniks...

—Sabes que no puedo alejarme de ellos, Chang. Si quiero algún día saber quién soy, las respuestas están en ese clan. ¡No te preocupes por mí! Regresaré antes de que la bruja despierte y le repondré su dinero.

El niño vio a Kalev salir del negocio apresurado. Tuvo el presentimiento que las cosas no le saldrían tan bien como el coyote pensaba...

***

—¿En serio tenías que traerme acá en medio de la NADA? ¡Esto me da terror!

—¡Justamente por eso es perfecto! Aquí nadie nos verá, ni por la peor casualidad del mundo. Y eso es lo que quiero, ¡que nadie nos interrumpa!

El chico castaño se inclinó al rubio para besarlo, pero este se recostó con los brazos cruzados a la puerta del auto. Se sentía demasiado incomodo para pensar en "romance".

—¡Mierda, Noah! ¿En serio? ¿Te vas a quedar allí con los brazos cruzados? Querías pasar tiempo conmigo, ¿no? Ahora lo tenemos y te comportas como una niña malcriada. ¿Qué carajo quieres entonces de mí?

"El Abrazo de la Luna" - Historias de LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora