ARTEMIS -1º Parte-

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13 de junio de 1983

—¿Crees que desde aquí se pueda ver mejor la luna, papá?

—¡Es el sitio perfecto, Keith! Ahora ve con tu hermano mayor a ayudarle a levantar la carpa.

—¡Si, señor!

Keith corrió a donde estaba su hermano mayor, David. No era muy sencillo armar la compleja carpa; pero el chico a sus trece años ya era diestro en la misión. Keith, de tan sólo seis años, se fijaba muy bien como su hermano ya sabía que partes unir sin necesidad de ver el manual.

—¿Estás seguro que esa varilla va con esa, David?

—¡Claro, tonto! ¡He armado esta carpa millones de veces! ¿Ves esa pieza? Sólo es cuestión de pasarla por este extremo y halar fuerte...

Keith sonrió al ver como al fin, la tienda estaba levantada. Los hermanos entraron y se lanzaron al piso plástico de la carpa.

—Sólo falta acomodar unas pocas cosas y todo estará listo... —Comentó su hermano mayor— ¿Verdad que es emocionante acampar?

—¡Sí! Pero ya quiero que mamá prepare las hamburguesas, ¡muero de hambre!

David, frotó con fuerza la cabeza de su hermano menor y le sonrió.

Un rato más tarde, la familia estaba reunida alrededor de la fogata. El padre era el profesor Gilbert Lynch, su esposa Marcie con su pequeña Ashley de dos años en brazos y sus dos hijos varones David y Keith. El profesor Lynch era un amante consagrado de la naturaleza, además de un apasionado de la astronomía. La oportunidad de acampar bajo la luz de las estrellas esa noche, le permitiría explicarles a sus hijos acerca del curioso fenómeno de la SUPERLUNA ROJA, llamada también "Luna de Sangre":

—Durante miles de años, la gente mostraba mucho temor ante la "Luna de Sangre", se creía que era señal de tragedias, de juicios apocalípticos y hasta de la ira de los dioses...

—Papá, ¿cómo es que la luna se tiñe de rojo? —preguntó Keith con mucha curiosidad.

—La luna tiene un color rojizo porque, cuando ocurre un eclipse lunar total, la luz del sol es filtrada por la atmósfera de la Tierra, absorbiendo la luz azul y dejando pasar la de color rojizo. Nosotros sólo percibiremos ese tono rojizo en la luna.

—¿Y por qué la luna se ve gigante? ¿Acaso se acerca a la tierra? —preguntó David a su padre.

—Sí, algo así: la luna parece más grande de lo habitual porque está un poco más cerca de la Tierra. La 'superluna' se sitúa en su perigeo, en el punto más cercano a la Tierra dentro de su órbita.

—¡Muero por verla! —Keith estaba emocionado por este fenómeno y por todo lo que significaba acampar al aire libre en el bosque.

La familia pasó la tarde preparando su campamento, luego comieron hamburguesas, se divirtieron explorando las cercanías, y al anochecer, el profesor Lynch preparó s equipo para captar las imágenes de la Luna Roja.

—¡Allí empieza a formarse! ¿Pueden verla, chicos? —el padre les pasó la cámara para que vieran el inicio del eclipse.

—No se ve tan roja...—comentó el menor.

—¡Idiota! Tienes que esperar a que se forme el eclipse. —Le respondió David.

La madre les interrumpió.

—Amor, yo me voy a acostar con la nena. Me siento muy cansada.

—¿No vas a observar el eclipse con nosotros? —Le preguntó el profesor a su esposa.

"El Abrazo de la Luna" - Historias de LobosDove le storie prendono vita. Scoprilo ora