V E I N T I S E I S

633K 111K 56.8K
                                    

"Recuerda que cada derrota es un paso más a una grandiosa victoria

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Recuerda que cada derrota es un paso más a una grandiosa victoria."

Katia Rodriguez

1970 - 2016

La tumba de mi madre.

De pie frente a ella, mi corazón se aprieta, doliendo ante la realidad de que ella ya no esta con nosotros, de alguna forma ver su tumba hace que su partida sea más real. Tiene dos floreros a los lados con flores ya muertas y secas, se que Kamila viene todos los domingos a traerle flores pero con el invierno, es imposible que las flores sobrevivan, el frío no tiene piedad con ellas.

No puedo creer que este aquí, no poder venir a visitarla por mis miedos me ha hecho sentir tanta culpa por tanto tiempo.

'Estoy aquí, mami.'

Diego permanece detrás de mí, sin decir una palabra.

Sacudo la nieve de una roca al lado de su tumba y me siento, paso la mano por el nombre de mi madre.

—Ha pasado mucho tiempo, mami.

Diego se sienta al otro lado, observándome.

Me aclaro la garganta, y soplo, luchando con las ganas de llorar, creo que después del día de hoy me he quedado sin lagrimas.

—Mamá, no he venido sola hoy,— comparto una mirada con Diego, —He traído a un amigo, es un poco loco pero se que te caería bien.

Diego finge sentirse insultado y luego sonríe.

—Mucho gusto, Sra. Rodriguez, en mi defensa, Klara tampoco esta muy cuerda.

Nuestras miradas se encuentran y ambos sonreímos.

Nos quedamos un rato ahí, conversando, contando a mi madre todo lo que ha pasado esta semana en la preparatoria. El tiempo parece volar, y el cielo comienza a oscurecerse, dandole un toque melancólico al cementerio, sus arboles secos, su suelo aún cubierto ligeramente de nieve por la tormenta del otro día.

Y como si la naturaleza quisiera despedirnos, pequeños copos de nieve comienzan a caer.

—Hora de irnos,— Diego se pone de pie y nota que yo no me muevo, —Me iré adelantando, tomate tu tiempo.

Él se aleja, esperándome al lado de un árbol lo suficientemente lejos para que pueda despedirme de mi madre.

La nieve cae sobre la tumba de mi madre silenciosa, helada.

—Mami,— mi voz se rompe de inmediato, —Lo siento mucho, lamento no poder visitarte antes, la he pasado...— tomo una respiración profunda, —ha sido... difícil, muy difícil, mami.— dos lagrimas gruesas bajan por mis mejillas, —Pero aquí estoy, perdóname por dejarte solita tanto tiempo. Aunque no haya venido, siempre te llevo en mi corazón. Quiero pensar que cada vez que me he rendido, tú has estado ahí con tu sopa de vegetales para animarme.— un sollozo deja mis labios, —Te extraño tanto, mami, te amo mucho, descansa en paz que yo sobreviviré, me las arreglaré para vivir sin ti, y tal vez ahora no estes muy orgullosa de mi, solo me he escondido, viviendo con miedo, pero estoy haciendo mi mayor esfuerzo, mami, y haré que estes orgullosa de mi.

Sigue Mi Voz ✔️(En librerías)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora