Capitulo 40

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POV CRISTIAN

-bésame- dice una mujer a mi espalda.

-¿Qué?- pregunto. Todo está oscuro y no puedo ver bien que es lo que me rodea. Podría jurar que vi una mesa cerca de aquí o una silla. No puedo asegurar nada porque sencillamente no veo.-quiero que me beses. ¿Tanto les cuesta entender a los hombres cuando una mujer quiere que la besen? Ustedes son fáciles de entender- dice y sonrió. Es cierto, los hombres, a veces, somos fáciles de entender.

-¿Nos conocemos?- pregunto. Escucho su risa en mi espalda.

-estamos todos los días juntos. ¿Cómo es posible que no reconozcas mi voz?- dice y frunzo el ceño. Me giro y veo que Ana está muy cerca de mí. Puedo sentir su respiración en mi cuello y también su perfume.

Abro los ojos asombrado por el rumbo de mis sueños. Ese perfume es el de Ana. De eso estoy muy seguro pero, ¿Por qué ahora aparece en mis sueños? sé que quiero que este en mi vida y algo se me va a ocurrir para que eso sea así pero, debo de pensar muy bien qué debo hacer para que se quede por siempre a mi lado.

Me levanto de mala gana y voy a la cocina por algo de beber. Anoche se me olvido traer el vaso con agua y siento la garganta seca. A veces me pregunto, ¿Que pasaría se Ana se queda conmigo durante las noches? ¿Ella se fijaría en esas cosas? niego con la cabeza. Estoy pensando antes de tiempo.

Me detengo en seco cuando escucho ruido en la cocina. No es hora para que alguien de la casa este despierto. Debe de ser un ladrón. Mañana, matare al jefe se seguridad. Con cautela, ingreso a la cocina y me detengo cuando me doy cuenta que esta Ana, sentada acompañada con una taza de té, junto a Colín y Alex. Son casi las tres de la mañana y mañana tienen clases.

-me sigue doliendo, Ana- dice Colín. Alex se ríe.

-si seguimos poniéndote algodones con alcohol, lo único que lograremos es que termines borracho, con resaca en la mañana y aun, doliéndote la muela- dice Alex.

-las cosas tienen que doler, duelen y no eligen horas. Es más, me da sensación que este dolor te lo mereces- dice Ana.

-¿Por qué? He sido un niño bueno... ¡Ay!- se queja.

-porque has comido muchos dulces. Si no fuera por el baile y por todas esas actividades en las que te has inscrito, sería un lindo pero gordito jovencito. Ahora, abre la boca y no muevas la lengua. Hay que dormir esa encía con alcohol- dice y sonrió. Isabella tenía las mismas creencias. -¿Estás bien, Colín?- pregunta y se vuelve a reír.

-estoy un poquito... hipo... mejor... ¿Es normal... hipo... que todo de vueltas?- pregunta y ahora es Ana quien se ríe.

-confirmado. Colín es intolerante al alcohol. ¿Qué ocurrirá con este joven cuando tenga reuniones con sus amigos? Solo con el aire terminara botado en el suelo, inconsciente- dice Ana. Entro y cierro la puerta, haciendo ruido.

-¡Papá! Me has dado un susto de muerte- se queja Alex.

-¡Oh Dios mío! ¿Es normal... que vea a... dos señores Grey?- dice Colín y contengo las ganas de reír cuando veo que está todo doblado en la silla. Ana mira a Alex y ella está mirando la muralla para no reír.

-¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué mi hijo esta medio borracho en mi casa y en la cocina?- dice y ambas me miran.

-a Colín le duele una muele y a esta hora no hay odontólogo que quiera atenderlo. Estaba dado. No sabía que los niños se curaban con solo una gota de alcohol- dice Alex.

-oh, qué lindo animalito- dice Colín y se ríe. Está mirando la muralla y no hay nada.

-vamos pequeño, necesitas una cama con urgencia. Después hable con ustedes dos. Encuentro que acaban de cometer el peor error de sus vidas. No pueden darle alcohol a un niño tan pequeño- digo molesto. Ayudo a mi hijo a levantarse pero sus piernas están débiles y casi se cae de bruces al suelo.

NO RENUNCIES AL AMORWhere stories live. Discover now