★ TATTOOED DADDY® KOOKMIN ★

O5.

Existían dos tipos de sábados.

Jungkook.

¿Porque sentía tanto calor?

Mataré a Nam por no pagar el aire acondicionado.

Iba a tirar las mantas de mi encima pero, había unos brazos que lo impedían.

Oh, este era el chico de ayer.

—Hey—Dijo con sonrisa coqueta.

—Si, hey—Dije con una media sonrisa.—Eh...

—Joder, ni siquiera sabes mi nombre—Dijo con el ceño fruncido.

—¿Eso importa?—Pregunté tranquilo.

—Eres un imbecil.

Se levantó de la cama y se comenzó a poner los pantalones y las zapatillas.

—Venga ¿Steve?

Oh oh.

—¡Idiota!—Me tiró el zapato pero lo esquive con una sonrisa en el rostro.—Es Spencer jodido chino.

—¡Soy coreano!—Grité antes de que diera un portazo en la sala.—Ah, americanos—Dije para volver a caer dormido.

. ∮ .

Jimin.

Era sábado, hoy no trabajaba, podía dormir y relajarme...

—Appi, Appi.

O tal vez no.

—¡Appi! ¡Hye malogló el holno!—Acusó MinJae.

—¡No es cielto!

—¡Que si!

—¡Que no!

—¡Que si!

—¡Que no!

—Eres una mentilosa.

—Y tu un enano feo.

—Soy más glande que tú tonta.

—¡Feo!

—¡Fea!

—¡Est-...

—¡Cállense los dos!—Grite al mismo tiempo me levantaba.—Ahora mismo se piden disculpas—Intentaron refutar y los detuve.—Sin ninguna palabra jovencitos.

MinJae comenzó a hacer formas con sus dedos.

—¿Que haces Jae?—Pregunté con el ceño fruncido.

—Haciendo señas, tu dijiste sin ninguna palabra—Dijo inocentemente y se encogió de hombros.

Mire a MinHye y se golpeó la frente con su mano.

—Appi se refelía a...—MinJae ladeó su cabecita confindido.—Nada, lo siento Jae—Dijo con leve sonrojo en las mejillas y colocando sus brazos detrás de su espalda.

—Yo también lo siento—Dijo haciendo un puchero y abrazando a su hermana.

—Muy bien—Sonreí.—Ahora si me disculpan, Appi quiere dormir un poquito más—Bostecé y volví a acostarme.

Pero en ese instante el olor a quemado llegó a mis narices.

Me senté a la cama y mire a mis hijos fijamente.

—¿Ups?—Dijo MinHye.

Mierda.

Salí de mi habitación y corrí hacia la cocina. Del horno salía humo completamente negro hasta que lo que sea que estuviese adentro estalló en llamas haciendo que la alarma contra incendios se encendiera mojándonos por completo.