O6.

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—¿Qué haces aquí?—Pregunté dejando la bandeja en la mesa.

—Appi él es el señol Junko—Dijo MinHye sonriendo mientras lo señalaba con uno de sus deditos.—Estaba pleguntándonos pol ti.

—Hola Jin hyung—Saludó.

—Kookie, preguntaba por ti Minnie—Habló Jin con una sonrisa coqueta en el rostro.—Bueno, los dejo—Me guiñó el ojo y se fue a atender a sus clientes.

Me senté en la mesa al frente de mis hijos y le señalé una silla a Jungkook la cual jaló y se sentó.

—Appi tengo hambleeee—Puchereo.

—Aquí esta la comida Jae, ten—Hablé entregándole el bowl de pera y el sándwich.

Hice lo mismo con MinHye y ambos comenzaron a
comer.

—Quiero que terminen toda la fruta ¿Escucharon?—Ordene mirando a ambos.

Asintieron.

—Si Appi—Dijeron al unísono.

—¿Sabes que existen los cubiertos?—Habló.

Me giré a verlo y mordí mi labio inferior.
Llevaba una camiseta sin mangas negra, jeans de igual color y unas botas militares negras.

Se veía sexy.

—Carraspee.—Se ven adorables comiendo con la mano, cállate.

—Yo sólo decía—Se encogió de hombros sonriendo.—Es lindo verte otra vez cariño.

—Appi se llama Jimin, no caliño—Dijo MinJae frunciendo el ceño.

—Reí suavemente.—Él no lo sabía Jae, sigue comiendo bebé.

Miró a Jungkook con el ceño fruncido una vez más y siguió comiendo.

—Hijos protectores eh—Dijo burlón.

—Los mejores—Respondí orgulloso.—¿Qué haces aquí?

—Este es un lugar público donde la gente viene a comer y...

—Puse mis ojos en blanco.— Yah.

—Solamente pasaba por aquí y vi a dos pequeños angelitos.

—No es necesario de usar sarcasmo, eres de esos tipos.

Se acomodó contra el respaldo de la silla cruzándose de brazos resaltando sus músculos tatuados.

—Me miro divertido.—¿De esos tipos?

—Coloqué mis brazos encima de la mesa observándolo.—Ya sabes, de esos que le tienen miedo al compromiso, prefieren los polvos de una noche, esos que solo viven de cerveza fresca en la noches y aman el fútbol —Dije con una sonrisa de suficiencia.—Oh y odian a los niños.

MinJae y MinHye pararon de masticar para observar a Jungkook.

—Sigan comiendo bebés—Hable suavemente.

—Pelo nos odia—Dijo Hye al borde de lágrimas.

—No pequeña no lágrimas, las princesas no lloran—Limpie sus dos lágrimas que caían por sus mejillas.

—Seguile comiendo—Murmuró asintiendo.

—Mal, los hiciste llorar—Dijo mirándome desaprobatoriamente.

—Arque una ceja.—Sólo dije la verdad.

—Te equivocaste, odio el fútbol—Corrigió sonriendo.—Prefiero los videojuegos y las sodas.

—Entonces eres de esos adultos con almas de adolescentes—Rode los ojos.

—Tengo 27 tampoco soy un vejestorio—Habló ofendido.

—Pero tampoco tienes 18 años—Recalque.

—El hecho de no haber tenido mocosos no te hace más maduro o responsable—Dijo con la mandíbula apretada.

—Reí amargamente.—¿A no? ¿Alguna vez haz tenido alguna responsabilidad seria? Yo soy padre soltero, tengo que dividir mi tiempo en trabajar, cocinar, limpiar, ayudarles en las tareas, ir a reuniones, actuaciones hago lo imposible por verlos despertar hasta arroparlos deseándoles las buenas noches. ¿Y tú? ¿Cuáles son tus responsabilidades?

—Tengo mi tienda de tatuajes—Comenzó a decir.—Tengo que oh, eso lo hace Namjoon. Pero, joder eso también.

—Tú sólo tatúas, en nada más que eso te ocupas en todo el día—Asegure cruzándome de brazos.

—Supongo que es cierto padre del año, no tengo responsabilidades—Admitió mirando la ventana.

—Lo se—Asentí sonriendo.

—¡Appi ya teminé!—Chilló de felicidad.

—Muy bien Hye—Sonreí dándole un beso en la cabeza.

—Yo estoy apunto appi—Avisó tratando de tomar un pedazo de su fruta.

Pero sus manitas estaban resbalosas así que se les caía.

Jungkook estiro su brazo para tomar el trozo y dárselo en su boquita.

—Señol Junko...

—Es Jungkook—Corrigió.

—Señol Junko ¿Puede darme más?

Y con esas simples palabritas Jungkook termino por darle de comer a mi hijo. Era algo tan raro. No sólo porque no lo conocía sino que él estaba tan fuera de lugar. Sus tatuajes y piercings lo hacían un tipo caliente, tengo que admitirlo pero no lo hacían un padre. Pero era algo raro verlo así, jugando con Jae mientras le daba de comer.

—Acabaste el plato campeón, dame cinco—Dijo levantando la mano para que Jae la chocará cosa que hizo.

—Pónganse sus abrigos, nos iremos a casa—Ordené mientras me ponía de pie.

—¿El señol Junko va con nosotos?—Preguntó MinHye con un rubor en sus mejillas.

—No creo que el señor Junko quiera cariño—Respondí abotonando su abrigo.

—Pues tu appi cree mal—Dijo atrás mío.—Me encantaría.

Si se me hizo raro verlo otra vez y interactuar con MinJae. Se me hizo algo de otro planeta cuando las dos semanas siguientes, fueron iguales. Jungkook venía a mi departamento, comenzó a congeniarse un poco con mis hijos. A veces nos encontrábamos para ir a almorzar o nos veíamos en el trabajo del otro.

Simplemente Jimin no sabía el efecto provocarían sus palabras a Jungkook.





Ese punto indicara la terminación de una narración de cualquiera de los personajes.

Espero les haya gustado es haya gustado.

Tengo sueño.

Nos vemos el domingo.

Chaito.

Gukk.

★ TATTOOED DADDY® KOOKMIN ★Where stories live. Discover now