14.

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Jimin.

Bien entonces, ¿Qué les darás de desayunar?—Pregunté.

—A MinJae manzana y a MinHye pera—Respondió dudoso.

—Al revés Jungkook, si le das pera a MinHye, prepárate para que te odie—Dije.—¿A donde tienes que llevarlos los sábados?

—Fútbol para MinHye y Natación para MinJae.

—Sonreí.—Bien.

—¿No debería de ser al revés?—Preguntó confundido.

—A MinHye le gusta el fútbol, siempre ve los partidos y MinJae ama el agua—Respondí.—Ambos son gemelos pero no tienen ningún gusto en común, créeme, son totalmente opuestos.

—Lo comprendo solo que se me hace raro que siendo niña le guste el fútbol—Se encogió de hombros.—No estoy aquí para juzgar, más bien ya tengo con quien ver el partido.

—Yo también me puse a pensar aquello, cuando MinHye tenía dos años siempre prefirió y prefiere jugar a los carritos que jugar con muñecas, me pareció raro al principio pero después lo deje pasar. Cada quien actúa como quiera, son mis hijos y los apoyaré en cualquier cosa y mejor si no son como el resto, eso los hace más únicos de lo que ya son.

Cuando MinHye era más pequeña bueno, lo sigue siendo, solo tiene cuatro años. Bueno, desde que aprendió a caminar siempre tomo actitudes muy distintas, siempre prefirió los carritos, pero amaba los vestidos, le gustaba el fútbol, pero amaba los ponys. Sólo tenía gustos fueras de los estereotipos puestos en la sociedad. Los juguetes, los deportes, lo colores, la ropa no tienen género, no le hace menos hombre si usa falda o menos mujer si no le gustan los vestidos.

Si comenzáramos a aceptar las cosas fuera de lo usual, creo yo que estaríamos mejor.

Volviendo al caso.

—Bueno, de igual forma te escribí una lista—Dije apuntando la hoja que estaba en la encimera.—Se supone que lo haría alguien con dientes de conejo pero no, se quedó dormido.

Jungkook se giro y me miro serio.

—¿Dientes de conejo? ¡Mis dientes no son de conejo!—Gritó ofendido corriendo al espejo del living para verse.

—Ajá—Rode los ojos.

—No tengo dientes de conejo—Dijo apretándolos y arrugando su nariz.

—Ow, pareces un conejito enojado—Dije divertido tomando su rostro.

—¡Jimin! ¡No!—Dijo golpeando el suelo con su pie.

—Ay cállate—Rode los ojos.—Pareces un conejo y punto.

Enredé mis brazos en su cuello.

—¡Jimin!

—Sh, un conejo lindo—Sonreí.—¿Verdad que pareces un conejo lindo?—Pregunté con voz dulce.

—¿Qué? ¡No!—Frunció el ceño.

—Mhm..

Me acerqué a él para dejar un beso en su cuello haciendo que se estremeciera. Sonreí para mis adentros y seguí con mi labor. Fui dejando un camino de besos comenzando en su cuello y subiendo hasta el lóbulo de oreja dándole un pequeño mordisco acompañado de una traviesa lamida que hizo a Jungkook gemir y llevar sus manos a mi cintura. Bese su mandíbula y bese la base de esta.

Lo próximo que paso fue que fuí puesto contra la pared con Jungkook besándome necesitado mientras apretujaba mi trasero a su antojo.

Gemí en su boca cuando me giró pegando mi pecho la pared y dejaba besos en mi nuca. Coloque mi mejilla izquierda contra la pared sintiendo la dureza que estaba detrás mío.

—¡Ah~! ¡Kook!—Gemí alto cuando tomo mi miembro y comenzó a masturbarme lentamente.

—Mhm ¿Que pasa bebé?—Susurró con voz ronca en mi oreja dejando un beso.

—E-estas duro~ ngh—Mordí mis labios soltando pequeños gemidos.

Me bajó los bóxers de un tirón y se arrodilló detrás mío.

—Jung-jungkook mhm~ n-no aquí ¡Ah~!—Gemí retorciéndome y sintiendo mis rodillas flaquear.

Llevó sus manos a mi trasero separándolo para que diera otra lamida a mi entrada haciéndome ahogar un gritito, soltó una risa entre dientes para meter su lengua llevándome a la perdición. A muchos gays no les gustaba el rimming y siendo sincero yo era uno de ellos pero joder, la lengua de Jungkook era malditamente buena.

Y no quiero imaginar que tan bueno es follando.

—J-jungkook voy a...-

—¡Appi!

Abrí los ojos y me giré empujando a Jungkook haciendo que cayera contra la alfombra mientras me levantaba los bóxers justo para cuando entraron en el living.

—Appi no contestabas—Dijo MinJae rascándose un ojito.

—L-lo siento bebé estaba ayudando Jungkook—Sonreí nervioso.

—Más bien yo lo ayudaba a él—Dijo parándose detrás mío llevando una mano por debajo de mi bóxer.

Di un respingo.

—¿Tas bien appi? Tas rojito—Dijo ladeando su cabeza.

—S-si yo estoy bien.

El muy idiota había llevado un dedo rozando mi entrada.

—Men, ile a vel dibujos—Dijo para correr dentro de la habitación.

Me giré para mirarlo y sonrió metiéndolo de golpe.
Jungkook se puso delante mío cubriéndome permitiendo que pusiera mi rostro en su pecho.

Mordí su hombro evitando gemir cuando torció su dedo.

—J-jungkook están ngh~ despiertos.

—Parece como si te estuviera abrazando bebé—Murmuró divertido.—¿O quieres que pare?

Agregó otro dedo evitando que respondiera y en su remplazo, escondiera mi rostro en su pecho.

—Estas apunto minnie, ¿Te pone no es así? El miedo de que te descubran solo lo hace más excitante para ti.

Siguió diciendo cosas en mi oído logrando que me corriera susurrando su nombre.

—Eres un imbecil Jungkook.

Jungkook sólo sonrió y le dió un beso en la frente perdiéndose en el baño.

Me recosté en la pared jadeando en busca de aire pero con una sonrisa en el rostro.

Mis hijos no eran a los únicos que iba a extrañar.



No puedo creer que esta fic ya tiene 100k y la historia reciente está comenzando. Y pronto serán 5k de seguidores.

Son asombrosos y muchas gracias por disfrutar lo que escribo.

Espero les haya gustado.

Los amo mucho.

Gukk.

★ TATTOOED DADDY® KOOKMIN ★Where stories live. Discover now