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Teníamos que esperar dos semanas para recibir los documentos y marcharnos definitivamente de México.

Teníamos mucho miedo pero también mucha fe de que lo íbamos a lograr.

Un nuevo futuro, una nueva vida, nuevas esperanzas.
Una familia juntos.
Paz y amor.
¡Que bonito sonaba todo eso!
Lástima que no se pudo realizar; no así como lo planeamos.

La semana que siguió me sentí bastante libre ya que Mauro se ausentaba continuamente para atender sus negocios, así que te vi todos los días.
Tu casa ya se había vuelto la mía.

Hicimos el amor repetidas veces, entregándonos cuerpo y alma como solamente nosotros dos sabíamos hacer.
Luego el cansancio nos ganaba y caíamos rendidos en la cama, disfrutando el calor de nuestros cuerpos pegados y desnudos.

Solamente en tus brazos fui capaz de encontrar la tranquilidad y la felicidad con la cual tantas veces soñé.

Ya faltaba tan solo uno semana para alcanzar nuestros sueños.
Italia: esa era nuestra destinación.

Sin embargo nuestros planes fallaron.
Las cosas cambiaron de un momento a otro.

Mauro una noche regresó a casa muy raro.
Estaba cariñoso, me decía palabras bonitas y hacía muchas preguntas.
Se le despertó un extraño interés sobre mis actividades de día a día.
Además, por la primera vez, no quiso obligarme a estar con él.

Sabía que esta no era una actitud normal de su parte, que algo había sucedido y que de un momento a otro la bomba iba a explotar.

El día después fui a tu departamento muy agitada, contándote mis dudas.
Me suplicaste que no regresara a mi casa, que me quedara a tu lado y me dijiste que en la mañana íbamos a encontrar otro lugar más seguro.
No podía dejar sola a mi hija, te expliqué.

Empecé a llorar, porque dentro de mí tenía un oscuro presentimiento persiguiéndome desde hace muchos días.
Me abrazaste acariciando mi cabello y calmándome en esos brazos que siempre fueron mi amparo y mi paz.

Una llamada nos interrumpió: era mi marido.
Me dijo que Sara cayó de las escaleras, rompiéndose la cabeza.

Nuevamente, trataste de detenerne.
No te hice caso.
En el fondo yo sabía que se trataba de un engaño, una trampa, una vil mentira.

Sin embargo, te di un último apasionado beso y me fui.

Cuando llegué, él me estaba esperando en el marco de la puerta de entrada y...

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Llegamos a un punto culminante de la historia. ¿Qué creen que pasó con Altagracia? ¿Estará viva? ¿O está contando todo desde el más allá? Espero que les guste y me acompañen hasta el final 💛🙈

El camino hacia tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora