Capítulo 69

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Johnny está con Mackenzie en la cama. Ella encima de él, en ropa interior. Besándose.

—¿Cómo pudiste? — Digo cuando las lágrimas ya caen.

Ellos se voltean y me ven con caras asustadas.

—Natalie, Amor, dejame explicarte. — Dice Johnny.

—¿Sabes que? Pudrete en el recóndito infierno, maldito idiota — Tomo la poca dignidad que me queda y salgo de su habitación.

En la mitad de las escaleras, Johnny me detiene tomándome del brazo. Al menos ya tiene pantalones.

—¿Sabes? Mejor no te pudras en el infierno, allí es donde voy a vivir yo. Mejor Pudrete en la cama con esa mal amiga.

—Amor, por favor. Escuchame.

—Nunca más en tu vida me vuelvas a decir 'Amor' y nunca más en tu vida me vuelvas a hablar. Mucho menos me vayas a seguir.

Salgo de su casa y... No sé qué hacer no quiero ir caminando, ya olvide cuantas cuadras son. Además entre más largo sea el camino, más tiempo pensaré en eso.
Pero sin embargo, no puedo llamar a nadie, no quiero que me vean llorar.

Llego a mi casa después de varios minutos y subo a mi habitación no quiero saber de nada ni de nadie.
Opto por dormir, es lo mejor.

El sonido de la puerta de mi habitación hace que me despierte, abro aún adormilada.

—Natalie, dejame explicarte, por favor — su cabello esta alborotado.

—Por el amor de Dios, Johnny, no hace falta que me expliques nada. Lo he visto con mis propios ojos.

—La conozco desde que éramos pequeños —me dice, como si fuera inocente —. Es mi ex, es obvio que haya una atracción, pero fue un impulso, no hay nada entre nosotros. Eres la única para mi, por favor, ella no me gusta.

Me tomo un segundo para tranquilizarme y no abrirle la cabeza con un cuchillo. Si de algo estoy segura es de que no pienso convertirme en ELLA. No voy a presumir mi novio delante de una chica que, en el fondo, no tiene la culpa de seguir enamorada de él. Mackenzie no suponía una amenaza para mí, al menos no en un principio.
Pero sé lo que vi y eso dice mucho por si solo.

—Puede que a ti no te guste ella, pero a ella aún le gustas tú, Johnny . Está enamorada de ti y yo no quiero convertirme en ELLA y hacerle daño.

—¡Maldita sea, Natalie! ¡Yo no soy tu ex Jhon, y tú no eres ELLA! ¡Esto no es un triángulo amoroso y no todas las relaciones son tan retorcidas como la de ustedes! Madura de una vez, joder.

Dejo de respirar. No puedo respirar.
Me llevo la mano a la boca para contener los sollozos. Tengo los ojos llenos de lágrimas. De pronto, Johnny se da cuenta de lo que acaba de decir y abre los ojos de par en par. Intenta disculparse, pero no lo siente. Ahora mismo, haría cualquier cosa para que le perdonara. Si acepto sus disculpas, será como si escondiéramos nuestros
problemas debajo de la alfombra, como todo lo demás.

—Vete.

—Nath...

—Por favor, vete. No quiero seguir discutiendo. Déjame un poco de espacio.

Intenta decir algo, pero le doy la espalda y me encierro en el baño. No salgo hasta que oigo un portazo y sé que se ha ido. Así pasa el día y luego la noche. Yo no salgo de la habitación y nadie viene a verme. De vez en cuando, oigo que alguien llama a la puerta, pero no contesto y quien sea tampoco insiste. Esa noche duermo con la puerta cerrada, llorando desconsoladamente sobre la almohada.

A la mañana siguiente tomo una decisión. Tomo algunas cosas y hago la llamada que sé que puede acabar hundiendo nuestra relación.
Cuando bajo, no hay nadie, como siempre. Aún es muy pronto y no puedo evitar pensar en Johnny.

¿Quién Es Ella? «Terminada» Jacob Satorius, Johnny Orlando, Magcon, Blake GrayWhere stories live. Discover now