CAPÍTULO 9
A pesar de que llevaba dos años estudiando en aquella universidad, jamás se le apeteció o le interesó echar un vistazo al Museo de las Rocosas que le pertenecía a la institución. Pero con Ashton Baker, terminó aceptando.
En pocas palabras, quedó maravillada. ¿Por qué no fue antes a visitar ese lugar? La respuesta era simple: No había tenido motivación y tampoco había conocido a alguien que le incitara a probar cosas nuevas como él.
Embelesada con los fósiles de los dinosaurios, se animaron a dar por terminado el recorrido espectacular.
-La historia de los indios americanos es interesante—le oyó decir a Ashton mientras ponía en marcha el coche. Él le había comprado un llavero de la cabeza de un Tiranosaurio Rex a Aruma y ella se había dado a la tarea de contemplarlo con fascinación. El chico volteó a verla y esbozó una sonrisa—y también los dinosaurios, por supuesto.
-Más de dos años cerca de este tu lugar y hasta apenas hoy me atreví a venir, es una locura—vaciló Aruma, guardando el recuerdo en su mochila.
Suspiró, complacida.
- ¿Qué otros planes tienes ahora? –inquirió ella luego de salir a las calles transitadas de Bozeman. A lo lejos se divisaban los pinos en las montañas.
-Quiero visitar todos estos lugares contigo—respondió Ashton, sacando un tríptico de un compartimiento junto a la palanca de velocidades—échale un vistazo y me dices que te parece. No pretendo visitarlos todos hoy mismo, sino en el transcurso de la semana.
Extendió el folleto doblado en tres partes y comenzó a leerlo. Eran algunos centros turísticos de la ciudad, que implicaban aguas termales, cabañas y actividades en los bosques. Arqueó una ceja en dirección a él y lo descubrió mirándola a pesar de estar conduciendo.
-Eres muy listo, Ashton.
- ¿Por qué? Es decir, sé que soy listo, pero, ¿Qué te hizo llegar a la verdad? –bromeó, enseñando toda su dentadura en una enorme sonrisa de oreja a oreja.
Aruma parpadeó, un tanto avergonzada, ya que él le había volteado la broma.
-Me doy cuenta que te mueres por verme con poca ropa—lo acusó, con un dejo de diversión en su voz.
La sonrisa de él se torció de manera pícara y petulante. Sacudió su rubia cabellera y soltó una tenue carcajada llena de humor.
-Eso, cielo, es lo que menos quiero en la vida—le contradijo.
-Ah, ¿no? –inquirió, y se sintió furiosa consigo misma por sentirse ofendida por ese comentario. ¿Acaso se había vuelto loca?
-No—negó con la cabeza y miró por el espejo retrovisor con naturalidad—no necesito llevarte a un lugar como ese para verte con poca ropa.
- ¿A qué te refieres? –se quedó boquiabierta.
Ashton se mordió el labio inferior sin dejar de sonreír, dejándola pasmada con su respuesta. Aruma posó su mirada en el anillo de alas de ángel que él continuaba teniendo en uno de sus dedos y en un intento de fastidiarlo, se animó a coger su mano de improvisto, provocando que él se sobresaltara y la mirara por el rabillo del ojo.
Consiguió quitarle la mano del volante y con una sutil caricia, se apoderó del anillo.
Él alzó las cejas y volteó a mirarla un segundo.
- ¿Qué haces, cielo?
-Explícame que quisiste decir con eso de que no necesitas llevarme a ese lugar para verme en paños menores—apretó el anillo en su palma.
ESTÁS LEYENDO
LATIDO ETERNO© Libro I, Próximamente en Físico
ParanormalUn pasado de reencarnación infernal de siglos y siglos. Una chica que es deseada por el cielo y el infierno sin miramientos. Dos grupos en enemistad de chicos jóvenes celestiales e infernales sumamente atractivos al acecho que competirán por ganar...