Especial [SeokSoon]

Capítulo 12

– Escúchame SeokMin, quiero que te vayas ahora mismo de mi casa.

La mujer que anteriormente admiraba con todo su corazón, lo miraba con notable desprecio mientras pronunciaba aquellas palabras, su corazón galopaba fuertemente en su pecho, y reuniendo todo el coraje del mundo respiró fuertemente mostrando completa seguridad ante aquellas dos personas que lo acusaban de lastimar al ser que era el motivo de su locura.

– No me iré de aquí sin SoonYoung.

– Entonces llamaré a la policía e irás a la cárcel por violación- Amenazó el Doctor Min mientras se posiciona al lado del HyeSun.

– Está bien, llame a la policía, y veamos quien irá a la cárcel.

SeokMin sonrió ante los rostros sorpresivos, pero el Doctor Min no tenía planeado tirar a la borda sus años de carrera ni mucho menos sus grandes montos monetarios por trabajos ilegales debido un mocoso entrometido.

–SeokMin, te voy a dar una última oportunidad de irte de esta casa y seguir con tu vida como si nunca nos hubieses conocido.

–No me iré sin SoonYoung.

Y aunque SeokMin estaba alerta no pudo huir del hombre que se abalanzó sobre él haciendo cierta maniobra que lo dejó arrodillado en el suelo, solo pudo jadear ante la sorpresa de ese movimiento y aunque tratara de levantarse no podía elevarse más de unos pocos centímetros.

–Te doy una última oportunidad, te irás, seguirás tu vida normalmente y no dirás ni una palabra de esto.

SeokMin quería negarse pero el pequeño objeto filoso en su cuello no se lo permitía, no sabía qué hacer para salir victorioso de aquella situación, ¿Dónde estaba la fuerza misteriosa que aparecía en las películas, libros o series?, ¿Dónde está el héroe que crea una situación que lo permite hacer algún movimiento y escapar? No, no había nada de eso, porque era la vida real, y por más que les advirtió a sus dos amigos, no tomaron en cuenta sus detalles donde anunciaba el peligro, porque según ellos era "paranoico" y la policía se encargaría de todo.

Claro, la policía, ¿Dónde estaba la policía?, Engordando tomando un café en sus escritorios, o deteniendo a cualquier persona en la vía para amargarle la existencia con estupideces.

–SeokMin, cariño- HyeSun se arrodillo frente a él y tomo su rostro en manos- Ya le has hecho suficiente daño a mi hijo, ya es hora de que desaparezcas de nuestras vidas.

–Yo no le he hecho daño a SoonYoung, en ningún momento pasaría por mi mente hacerle daño, ¿No ves que este hombre es peligroso?, ¿No ves que él es el culpable?

–El Doctor Min es una de las personas que más nos ha ayudado-Demandó la mujer, mientras el mencionado sonreía victorioso al tener a la mujer en la palma de su mano.

–Claro, te ayudó a matar a tú madre-Escupió con ira sus palabras lo cual provocó que su superior perdiera la poca cordura que tenía.

– HyeSun no lo escuches...

Pero una cachetada impactó en el rostro de SeokMin antes de que el Doctor Min terminara de hablar provocando que el bisturí se incrustara en su cuello repentinamente.

– ¡Mierda!-Gritó el Doctor Min al tiempo que soltaba a SeokMin.

SeokMin llevó instantáneamente sus manos a la parte afectada de su cuello, y al regresarla a la altura de sus ojos la gran cantidad de sangre lo alarmó.

–Busca las llaves. ¡Muévete!

HyeSun miró con ojos llorosos a SeokMin pero era incapaz de moverse de su puesto, mientras, el Doctor Min ya había tomado en brazos a SoonYoung dispuesto a salir de aquella casa y al notar que la mujer no reaccionaba la tomó de los cabellos elevándola del suelo.

– ¡Muévete maldita sea!, ¡Hay que irnos o perderemos el vuelo por culpa de ese chico! 

Y dicho esto rápidamente salieron de la casa, SeokMin llevó nuevamente la mano a su cuello buscando el objeto que aún se encontraba incrustado, ¿Debería sacarlo?, ¿Y luego que haría?, ¿A dónde iban ellos?,  ¿Vuelo?, ¿Ellos tenían planeado irse?,  ¿Realmente iba a morir así?, ¿Había acabado todo?, ¿Moriría sin salvar siquiera a SoonYoung?, ¿Y él viajaría con dos demonios a quien sabe dónde?, ¿Todo fue en vano?

SeokMin no podía siquiera mover el cuello porque sentía que el afilado objeto se le incrustaba provocándole más daño, así que se decidió a extraerlo, pero cuando sintió el filo en sus dedos, dos disparos proveniente de fuera detuvieron su movimiento.

Samgus