continuación del prologo

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Cancion te dejo en libertad
grupo  ha-ash

Abril

Lo que no daría Carly por estar preñada con los cachorros de su compañero.
Infierno, un solo cachorro estaría bien. Si tan solo su compañero fuera un macho digno de tener, ese era el asunto.
Maya se sentó frente a ella, lamentando su embarazo, quejándose sobre lo
repentino que fue y su BFF (mejor amiga)
no tenía siquiera una pista de que Carly había encontrado a su compañero.
Porque no se lo había dicho a nadie. Nope, a ningún alma.
Desde que había conocido a Neal hacía tres meses, había hecho hasta lo imposible
por evitarlo. Pertenecía a alguien más y ella rehusaba reclamarlo (o ser reclamada) por un hombre que no la miraría, o trataría como si fuera el centro del universo.
Si, ella sabía que sus esperanzas eran así como una fantasía de Disney más que el mundo real. Eso le importaba una mierda. Perdida en sus pensamientos, arrancó su atención de su situación y se concentró en la conversación con Maya.
-“Por cierto, si tu teléfono timbra, no contestes por favor, no quiero hablar con Alex… o sus leones ahora mismo.”
-“O…kay…”- así que su amiga no quería hablar con su compañero. Qué lindo.
-“Hablo en serio, Carly.”
Maya había burlado a sus guardias, su quinteto, al primer segundo que le había
dado la noticia de su embarazo y estaba teniendo problemas para asimilarlo.
Carly miró a su congelador, ahora sin puerta y luego vió las estrías en la pared, cortesía de Maya al quitarse sus zapatos al momento en que se sentó en la mesa de la
cocina.

-“Bien. Pero por supuesto que vas a pagar para que arreglen eso. Lo sabes,
¿verdad? Oh y no olvidemos la puerta del congelador, tu enojo-maniaca.”
La leona ondeó una cuchara hacia Carly.
-“Sí, sí. Alex, si es que lo dejo vivir, mandara a alguien para que arregle eso para ti, pero mi visita es sobre hacerme sentir mejor, así que hagámoslo.”
-“Perra.”- Carly contraatacó, mirando a su BFF.
“Hoy en día, las gatas preñadas son llamadas reinas. Así que sería más apropiado llamarme perra reina, eso creo.”- Inclino la cabeza hacia un lado. -“Sí. Creo que eso debe ser así.”
Carly rodó sus ojos.
-“Lo que sea. Así que, estamos embarazadas, ¿uhu?”
-“Al decir nosotras, te refieres a mi ¿verdad?”- Maya sacó otra cucharada de helado y lo tragó, luego la señaló con la cuchara vacía. -“Porque la última vez que supe, estabas en huelga de penes, ¿cierto?”
Carly le sacó la lengua, luego le arrojó frambuesas. Si, era una completa niña y si, desde que había encontrado a su compañero (pero no reclamado) estaba en huelga por el previsible futuro.
-“Si, como sea… estás embarazada, espantada, y ahora estas aquí y
sorprendentemente, sin la compañía del quinteto.”
Carly tomo una cuchara para sí misma antes de acercarse lo suficiente para robar una cucharada de esa cosa tan buena que Maya tenía celosamente agarrada.

-“Hablando de lo cual, estoy pensando en terminar la huelga de penes y estoy muy decidida a tomar uno de los cinco de tus manos. Estoy pensando en Wyatt… o quizá Deuce. ¿Cuál piensas que es mejor en la cama?”
No realmente. Solo necesitaba a alguien que quitara de su mente ese “gran trago
de agua” que dominaba sus pensamientos. No tendría sexo con el chico, solo… infierno, no sabía lo que necesitaba. Estaba hecha una gran bola de pelos, una perra confundida.
Un profundo bufido, seguido de un gruñido masculino, interrumpió su diversión, su festival de oh-dios-mío-estoy-embarazada, y sin mirar, Carly inmediatamente supo a quién pertenecía. Neal finalmente había encontrado a Maya.
Su Neal. No. No era 'su' nada. Pertenecía a esa rubia…

-“Diría que ninguno podría darte lo que tú necesitas, Sra. suertuda.”- Neal sacó su
cabeza por la esquina de la puerta. -“Soy el hombre que pondrá tu mundo de cabeza.”
Los ojos del cambiante león eran del azul más profundo que Carly hubiera visto
alguna vez. Pronto, la inconfundible esencia de deseo y excitación lleno el pequeño espacio.
Bien por él. Podría ir a buscar satisfacción con esa hembra humana. La „tienda de Carly‟ estaba permanentemente cerrada. Maya apuntó a ese vaquero intruso de lengua
larga.
-“Hey… no, Neal. Gatito malo. Esa no fue una buena broma de pata de conejo
y… ningún gato mío tiene permitido perseguir la cola peluda de mi BFF… a menos que tengan emparejamiento y cachorros en mente.”

Mi Pequeña Bola De Pelos ( TERMINADA)©Where stories live. Discover now