capitulo 4

10.4K 738 26
                                    


-“Sí.”
Ella lamió sus inesperadamente secos labios. Carly no debería estar conmovida por su neandertal y posesiva actitud.
Realmente no debería.
Si estaba sintiendo la „necesidad‟ de defender su territorio, entonces quizá estaba tan afectado por el emparejamiento como lo estaba ella. Quizá…
Neal movió su cabeza en un rápido asentimiento.
-“Bien, iremos a Honey‟s cerca de Stratton, donde se llevó a cabo la pequeña celebración de Maya y Alex en enero. Entonces era una fiesta privada, pero uno de los camareros regulares es un erizo así que los carnívoros están acostumbrados a no tratar de morder a las pequeñas mujeres como tú. Además, no habrá un montón de leones
entrometidos. Y aún mejor…”- le dio una sonrisa torcida, sus ojos brillaban. -“…hay baile.”
Él se inclinó cerca, sus labios casi se tocaban. Si no fuera por la ventana, se
imaginaba que él podría haberla besado fieramente.
-“Quiero sostenerte cerca de nuevo, ángel. Aún si tenemos asuntos que resolver, no puedes negar que me quieres.”- El sostuvo su mano en alto, el pulgar y el dedo índice casi tocándose. -"Solo un poco.”
Carly sacó su lengua y le aventó una frambuesa.
-“Sigue deseándolo, gato.”
Ella se levantó y cerró la ventana con un pesado sonido, entonces dándose la
vuelta, la risa de Neal la siguió a través de la casa.

-León arrogante.
Estaba en lo correcto. Pero aun así era arrogante.

Neal se sentía como un chico de 15 años en su primera cita. Sus palmas estaban sudorosas, su corazón palpitaba a mil por minuto y respiraba agitadamente.

Una mirada por la esquina de su ojo le reveló que Carly no parecía tener el mismo problema.
Nope. Su amado ángel se veía tan dulce como un pastelito y más calmada que el ojo de un huracán. Infierno, ella era magnifica. No la merecía. No merecía ni un centímetro de su lujurioso cuerpo.

Vestía un top ceñido con un escote muy bajo para su gusto, revelando
su abundante escote para todos y cada uno de los que estaban ahí. Su cuerpo le pertenecía.
-A él, maldita sea.
No le importaba sonar como un cabrón posesivo. Quería encerrarla para que
ningún otro hombre la pudiera mirar o cortejarla para alejarla de su lado. Había emparejado la entallada blusa con una ajustada falda que le quedaba muchos
centímetros por encima de la rodilla.

Todo el maldito atuendo lo tenía duro dentro de sus pantalones, su polla dolía y punzaba porque la dejara libre. Quería abrazarla y meterse entre sus muslos, marcarla desde adentro hacia afuera. El león estaba en total acuerdo.

Pero tenía que mantener un buen agarre sobre su gato y esa lujuria suya. Su ángel merecía algo mejor que una rápida follada junto a la carretera. Nope, merecía ser cortejada, invitada, cenada, seducida y tentada. Necesitaba probarle que para él no era solo otro „cariño‟. Que era la única, solo ella.
Al menos, eso es lo que Maya había dicho. Él se había quedado después de la escenita con Brute y le había explicado todo. Todo lo bueno, lo malo y lo feo y no le había tomado mucho tiempo darse cuenta de que la Prima estaba cien por ciento en lo correcto. El odiaba equivocarse. Para el momento en que terminó con él, se sentía que
medía un centímetro y eso era ser generoso.
Neal sintió movimiento y no pudo evitar voltear la cabeza para mirar a su
compañera cruzar las piernas, la izquierda sobre la derecha y revelar esa amplia, aplastante, pura piel como duraznos con crema. Maldita calentura.
Un fuerte graznido llamó su atención de vuelta a la carretera y tomo una profunda respiración, rogándole a su cuerpo que se enfriara y a su polla que se ablandara.

-“Quizá deberías mirar el camino, vaquero.” Podía escuchar la sonrisa en su voz.
-“Quizá tu no deberías tentarme suertuda. Soy un gato hambriento y tú te ves suficiente buena como para comerte.”
Carly sonrió y él se río. Ella no estaba maldiciéndolo o dándole la fría espalda.
Aun. El cartel del bar Honey‟s se alzó a la vista y se estacionó fácilmente en un lugar del estacionamiento. Antes de que su compañera pudiera moverse, la alcanzó, atrapó su mano, la llevó a su boca y depositó un suave beso a través de sus nudillos. Mantuvo la mirada en su cara, sonriendo interiormente por el sonrojo que se posó en sus mejillas.

Mi Pequeña Bola De Pelos ( TERMINADA)©Where stories live. Discover now