Across The Street. |Nash Grier.|

Chapter 3: The lies.

A la mañana siguiente, me encontré en una habitación que no era mía. Me levanté, y noté un cuerpo a mi lado. Levanté la sábana y me vi en ropa interior, a mi lado, estaba Nash, al igual que yo, en ropa interior.-¿Qué cojones ha pasado? -Susurré asustada. -¡NASH, QUÉ HAGO AQUÍ, Y EN BOLAS! -Grité. 

-¡DIOS NO GR...! ¿Silvia? ¿Qué cojones haces aquí? ¿Y tu ropa? ¿¡Y MI ROPA!? -Gritó. 

Lo único que hice fue chillar, me levanté corriendo y me vestí. Fui al baño y me peiné, bajé corriendo y me encontré a María riéndose junto a Matt y Cameron. Me cabreé, cogí el Skate y me fui de la casa dando un portazo. -Los odio. LOS ODIO. -Fui repitiendo. 

Al llegar a casa, vi sombras dentro. Fui al jardín interior, Agarré el Skate como pude, y subí trepando por un árbol. Abrí la ventana y entré. Al pegar el saltito, hice un poco de ruido, cerré corriendo la ventana, me desnudé quedando en ropa interior, me puse una camiseta de manga corta que me llagaba por debajo del culo, y bajé corriendo al salón, y ahí estaban todos desayunando. -Buenos días. -Exclamamos a la vez. Me junté a desayunar con ellos, y mientras veíamos la televisión. -Blue, hoy te voy a presentar a un amigo. -Dije mientras limpiábamos la mesa.

-¿Cuándo? -Sonrió.

-Ya, ya lo sé. Se ha mudado aquí, junto a su hermano y a... 12 o 13 chicos de mi edad. -Se sorprendió. -No te preocupes, no muerden. Voy a avisarlo, para ir a buscarlo. -El timbre me interrumpió. -Abre tú, pero si es María o alguien que no sea Nash yo no estoy.

-¿Nash? ¿Tu novio? -Tragué duro.

-¡No! Abre corre. -Subí a mi cuarto, y encendí el portátil. Me metí en Youtube, y me saltó un vídeo de un chico que me resultaba familiar. Le di click y aparecieron Cameron y Nash. Mi sangre comenzó a arder, me había mentido..

-Flashback.-

-Tomatito, me suenas un montón... -Me paré delante de él. -¿Seguro que no te he visto en algún otro lado? -Tragó duro. -¿Tomatito?

-No, no creo... -Apartó la mirada.

-Tomatito, ¿me estás mintiendo? -Negó. -Como tú veas.

-Fin Flashback.-

Vaya mierda de día. Ahora mismo solo necesitaba a mi hermano Noah a mi lado, y justamente, se había ido junto a mi madre a casa de mi tía.

Llamaron a la puerta, sequé algunas lágrimas que caían por mis mejillas y me di la vuelta.

-Silvia, ¿qué te ocurre? -Dijo Nash acercándoe a mi.

Me aparté, y dejé que viera el vídeo. Este, se giró, y susurró un lo siento. Me levanté, abrí la puerta, y le invité a salir. Este, con la cabeza gacha, salió, pero antes, me dijo algo que no logré escuchar. Cerré los ojos con fuerza, y comencé a llorar. Cerré la puerta y me abracé a mi pato gigante. Ahora mismo solo necesitaba eso, un abrazo.

Me tumbé en mi cama, y comencé a llorar. No sabía por qué, pero de verdad me había dolido que me mintiera. Y sin ninguna razón. ¿Creería que le dejaría solo, o algo por el estilo? No lo llego a comprender.

Luego, María, Cameron y Matt. Esa broma no me gustó nada, podría haber acabado haciendo cualquiero tontería. Podría haberlo besado, pensando que él sentía algo por mí... Bueno, no es que yo sienta, la verdad. 

Llamaron a la puerta, y contesté con un leve ''pasa'', mientras me secaba las lágrimas. Intenté sentarme, como hacía siempre, pero no me salía, no podía.

-Silvia, pequeña... ¿Qué te pasa? -Preguntó mi hermana.

-La gente de aquí son gilipollas... -Comencé a llorar, nuevamente. -Dormí en casa de ese chico, pero fue sin querer. María y unos amigos me desnudaron, quedando en interior, e hicieron lo mismo con ese chico. -Su cara cambió de entendimiento a sorpresa. -Luego, me meto en el ordenador y descubro que ese chico era un Youtuber, y me lo había negado... ¿Cómo te sentirías tú?

-Llena de Ira. Iría a por todos y los pegaría. -Mi hermana era capaz de eso, y de más. -Lo siento, pero es la verdad. La gente te tiene que respetar y no hacer ese tipo de mierdas. Respecto a lo del chico... Deberías perdonarlo, tal vez lo haya echo por algún motivo en especial.

-No sé... Podría haber confiado en mí... ¿No?

-Sí, tal vez, pero por algo no lo hizo. -Me abrazó. -Voy a hacer la cena, que tengo hambre y no quiero comer lágrimas. -Reí. -Túmbate, a la hora de cenar te llamo. -Dijo dándome un beso en la frente.

Mi hermana parecía la mayor, de verdad. Siempre me ha tratado genial y nunca me ha defraudado. Estoy orgullosa de tenerla como hermana.