Across The Street. |Nash Grier.|

Chapter 15: Party? Party.

Narrador Omniscente.

El chico de pelo castaño abrió los ojos de par en par, mientras la chica se apoyaba en él y se reía. Esta, una vez dejó de reír, le giró la cara y lo besó, dejando al chico todavía más confundido.Entrelazó sus dedos con los de su mejor amigo y continuó con su camino, esta vez en silencio.

Incómodo para Nash.

Perfecto para Silvia.

Al llegar, abrieron la puerta y por fin Nash pudo respirar. La chica lo invitó a sentarse, y este, encantado aceptó.

–Ahora bajo. –Comentó con una sonrisa.

La chica subió a su cuarto, y, tras ponerse la ropa, agarró unas vans de color rosa claro, fue al baño y se peinó. Lavó sus dientes y, tras maquillarse con corrector, rímel y lápiz de ojos, salió de ahí parabajar hacia el salón.

Una vez bajó, estaba detrás de Nash. Le pegó un pequeño susto, haciendo que el chico grite como una auténtica niña de cinco años. Silvia rió y volvió a entrelazar sus dedos con los de Nash, haciendo que este se sonrojara. Volvió a carcajear, y lo señaló la cara.

–Volvemos a las andadas, pequeño tomatito. –Sonrío, apretándole un moflete. –¿Y María?

–Cam vino a por ella. –Giró la cabeza, intentando ocultar su sonrojo. –Me hacen buena pareja, ¿sabes? 

–A mí también. –Suspiró, triste. –A veces me llegan a dar envidia. –Ríe. –Se quieren, lo saben, pero no salen. ¡No lo entiendo! 

–Yo tampoco. –Dijo el chico, encogiéndose de hombros. –Y tú, ¿qué?, ¿te gusta alguien?

La chica se encogió de hombros. En verdad, sentía algo por alguien, pero ni ella misma sabía. El resto del camino, fueron en silencio, pero era cómodo. Era de esos silencios en que los respiros valían más que el resto. Era de esos en las que las sonrisas te decían cosas, que ni siquiera sabías captar. 

–No te separes de mí en toda la noche. –Dijo Nash, una vez entraron en la discoteca.

–Me voy a separar y lo sabes.

–Esta vez no lo hagas. –La avisó. –Toda esta gente ya está borracha y son las 23:23 de la noche. Hoy vienen The Janoskians y va a venir todavía más gente para verlos cantar, y enseguida se emborracharán. –La miró a los ojos. –No lo hagas.

–De acuerdo. –Dijo con una sonrisa. –¡Quiero sexo en la playa! –Gritó la rubia, haciendo que muchos chicos se giraran y la miraran con picardía.

Nash la pasó un brazo por los hombros, dando a entender que era suya, aunque en realidad no lo fuera. La chica sonrió y se acurrucó en los brazos de Nash, estaba realmente agusto. Fueron a la barra y la chica pidió la bebida que gritó, y Nash una simple Coca-Cola. Le gustaba beber, pero hoy no era el mejor día, y lo sabían.

–¿¡Y los demás!? –Gritó Silvia, ya que el volumen de la música la hacía gritar.

–¡Ni puñetera idea, vamos a buscarlos!

El chico acogió -de nuevo- a la rubia entre sus brazos. Caminaron por toda la discoteca, y al encontrarles, corrieron hacia ellos. Cameron abrazaba por la cadera a María, mientras ella apoyaba su espalda en su pecho. Matthew hacía twerking a Ari, Nazaret, Taylor y Carter les grababan, y los demás bebían y hablaban con Cameron y María. Sonrió tierna y se acercó a Gilinsky, para así darle un abrazo de oso. Jack, era su segundo mejor amigo. Era muy adorable.

–¡Gigi! –Gritó la rubia, mientras Jack correspondía a su abrazo.

–¡Pecho loco! –Rió el castaño. La rubia fue a saludar al resto, y volvió con Nash.

Nash miraba a Gilinsky con celos, ya que le había abrazado. Ella era suya, de nadie más.

O eso pensaba él.