7. Vi a Kara sonrojarse

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Lena

Me levanté cansada y con unas terribles ojeras pues no había pegado ojo en toda la noche. Me confesé a Kara cuando Alex se fue. Le dije que la quería, que no debía haber permitido que se fuera y que necesitaba tenerla cerca de mí para siempre.

Ella me dio ánimo y esperanza. Dijo que Alex debía sentir lo mismo, que se le notaba. Y como una estúpida le hice caso a una niña y me ilusioné. Como prometió volver a visitarnos, decidí que le pediría que se quedara e incluso pensé en mil y un escenarios para poder besarla.

El reencuentro no fue como esperaba, pues fue en medio del caos, pero pude abrazarla cuando nos salvó. Ella estaba traumatizada por lo que había hecho para conseguirlo y lloró en mis brazos. Quise protegerla de todos y que se desahogara en mi regazo. Y cuando me dijo que me había echado de menos, me preparé para besarla, porque era lo único que me pedía el cuerpo.

Kara nos interrumpió así que una vez nos dio espacio, le confesé que había sido un estúpida por dejarla marchar. Que por esperar que fuera ella la que decidiera quedarse, la había perdido. Ella me contestó que también había querido quedarse y me prometió hacerlo desde ese entonces.

Mi corazón no cabía en mi pecho. Y por la noche, cuando nos acostamos, aún con los ojos cerrados, noté cómo me miraba. Suspiré y sonreí. Le confesé que lo estaba notando, y cuando intentó nerviosa excusarse, la callé con un beso. Por fin pude notar sus labios sobre los míos, y durante un segundo fui feliz. Justo antes de que Alex me apartara molesta y me dijera que la dejara tranquila.

Se me quebró el corazón. Pensé que ella también quería besarme. Me pareció verlo aquel día cuando la niña nos interrumpió. Pero no lo deseaba. Y empecé a sollozar sin descanso, con mi respiración entrecortada, intentando evitar que se diera cuenta de ello, pero sin lograrlo. 

No la toqué. Dormí separada de ella, muerta de frío y con el alma rota. Poco a poco mi respiración se normalizó pero las lágrimas siguieron asomándose un buen rato. Deseaba no haberme bebido todo el vodka.

Cuando vi el primer rayo de sol, me levanté y fui a enjuagar mi rostro. Kara me imitó.

-Uf, ¡qué mala cara!- me dijo asustada-.

-Gracias...

-¿Qué te pasa, Lena?- preguntó apoyando su mano en mi espalda- ¿Es por los tipos de ayer?

-Nos equivocamos. Alex no está interesada en mí- e intenté de nuevo frenar los sollozos-.

-¡Oh! Lo siento mucho- me abrazó- Yo saldré contigo en unos años, ¿vale?- me hizo sonreír- ¿Cuánto hay que esperar para que no sea incómodo?

La pelirroja salió de la tienda y nos sonrió.

-¿Qué habláis?

-¿Cuántos años han de pasar para que pueda salir con Lena?

-La mitad más siete- contestó ella-.

-¿Qué es eso?- pregunté yo-.

-Para que sea aceptado socialmente, el menor de la pareja debe tener al menos la mitad de la edad del mayor más siete.

-¿Y si me saca siete años?- se interesó Kara-.

-Pues...- calculó Alex- Cuando tengas veintiuno.

-Entonces, - me dijo la niña- de aquí en ocho años te pediré una cita.

Me reí tristemente cuando la pelirroja me dijo que me ayudaría con el maquillaje ese día. 

-Ahora ya en serio- siguió- Tenemos que hablar de lo que ocurrió ayer con Kara.

-¿Qué pasó?- pregunté confusa-.

Las cosas que no dices (Agentcorp + Supersaturn) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora