Capítulo 19: "5 muertes + 5 errores = 1 arrepentimiento"

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Lunes en la noche -Nuevo departamento

- ¡HOGAR, DULCE HOGAR! -Jihyo hacía su entrada al nuevo departamento. Sana y Nayeon venían detrás de ellas con menos entusiasmo por no decir con casi nada. Después de abandonar el viejo departamento fueron a comer algo por ahí para esperar que el equipo de mudanza contratado hiciera su trabajo. No fue hasta tres horas después que le avisaron a Jihyo que ya estaba todo listo- ¡ESTO SÍ QUE ES VIDA! -agregó la pelinegra recorriendo el lugar con sus brazos abiertos- ¡ESTO SÍ QUE ES LUJO! -cualquiera que la estuviera viendo o escuchando, pensaría que el lugar estaba bañado en oro- ¡ESTE ES EL PALACIO QUE SE MERECE LA GRAN PARK JIHYO! -sus delirios de grandeza hacían acto de presencia.

- Tampoco es para tanto -Sana hacía que la pelinegra bajara un poco de las nubes.

- ¿Qué no es para tanto dices? ¡POR DIOS SANA! ¡MIRA ESA SALA! -El departamento tenía una enorme sala de estar, las paredes estaban pintadas de un blanco pulcro y del techo colgaba una encantadora lámpara moderna.

- A mí me gustaba la sala del departamento de Moguri -dijo la japonesa.

La pelinegra hizo oídos sordos al comentario de la bailarina y siguió inspeccionando- ¡WOW! ¡MIRA ESTA DECORACIÓN! -Sobre las lisas paredes habían pinturas que tanto Jihyo como Nayeon reconocían fácilmente a diferencia de la bailarina. La pelirroja pudo distinguir una copia bastante mal hecha de "El beso" de Gustav Klimt.

- A mí me gustaba la decoración del departamento de Moguri -otra vez puntualizó Sana.

Jihyo soltó un simpático y fuerte resoplido- Por favor, a eso no se le puede llamar decoración. No se le puede decir decoración a paredes sin revocar, ni pintar y mucho menos a las telas de araña que colgaban de ellas.

- ¡OH DIOS! ¡OH DIOS! ¡MIREN ESTO! ¡MIREN QUE VISTA! -la pelinegra no demoró en apretar un botón de un pequeño control que había sobre una mesita con una pequeña lámpara y las traslucidas cortinas de una enorme ventana se abrieron. En realidad esto era la razón del alto precio del departamento más allá de la ubicación. Una de las paredes era totalmente de vidrio y formaba un enorme ventanal que dejaba ver casi toda la ciudad. Las cortinas que cubrían la vista eran de color crema y de una tela traslucida, al parecer los ventanales estaban equipados con blackout o algo así le habían explicado a Jihyo.

- A mí no me gusta -observó Sana- Ya no están los simpáticos chicos del departamento de enfrente que me gritaban cosas lindas o que jugaban a la mímica conmigo -dijo con nostalgia.

Jihyo la miró enfadada- Esos tipos son unos pajeros Sana, nada simpáticos -le aclaró- Y las señas no eran mímicas, ni mucho menos un juego -más de una vez la pelinegra les había respondido con sus propias señas.

Cuándo Sana estaba por protestar de nuevo la pelinegra la interrumpió- Además eso es lo de menos... ¡POR DIOS! ¡MIRAS ESTOS PISOS! ¡MIRAS ESTOS MUEBLES! -los pisos del departamento eran todos de fina madera. En el medio de la sala, cerca del enorme ventanal, habían dos gigantes sillones de color marfil, enfrentados uno al otro y sólo separados por una no tan pequeña, pero sí baja mesita redonda con vidrio al centro, que tenía un adorno bastante raro, pero lujoso en su propio centro, algo aspi como una caramela muy parecida al pensadero de Albus Dumbledor si me preguntan. Al costado de uno de los sillones había una lámpara y sobre ellos varios almohadones forrados con un estampado estilo cebra muy interesante.

Sana se cruzó de brazos, estaba negada a ver lo mismo que Jihyo- Estos pisos no son como los de Moguri...

- Porque les falta toda las huevadas que la rarita tiraba al piso -respondió cansada- Le faltan las baldosas rotas y le falta la cochina y sucia alfombra dónde podría dormir cualquier tipo de perro pulgoso.

Maybe I'm Not For You | ADAPTACIÓN | NamoWhere stories live. Discover now