El accidente

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Al día siguiente estaba decidido a enfrentarme al castaño de ojos carbón, pero no apareció.

Durante el almuerzo me senté con un grupo de amigos que incluían a Seol , Minho, dos chicos que había conocido el primer día, y con otros dos alumnos cuyos nombres no me acordaba.
Todo estaba normal, ya no era el centro de atención de los alumnos del instituto Sphin. Empecé a sentirme como si flotaba en el agua en vez de ahogarme en ella.

Ya habían pasado dos semanas y el chico no venia a la escuela, llegué a sentirme culpable de su ausencia, pero también reconfortaba el tener la mesa para mi solo.

Me encontraba en el pasillo junto a Seol en dirección a nuestra clase y Minho quiso que que hiciéramos novillos, pero ambos nos negamos, la responsabilidad lo es todo para un alumno de instituto.

Ya habían pasado tres semanas que no veía a mi compañero de mesa y perdí esperanza de volver a verlo. Cuando entramos en el aula comprobé aliviado que mi mesa estaba vacía. El profesor de biología estaba repartiendo unos microscopios y una cajita de diapositivas por mesa. Faltaba unos cuantos minutos para que comenzara la clase y el aula era un hervidero de conversaciones. Dibujé unos cuantos garabatos de forma distraída en la tapa de mi cuaderno y mantuve los ojos lejos de la puerta. Oí con claridad como se movía la silla a mi costado, pero continúe mirando mi dibujo.

— Dibujar no es lo tuyo — dijo una voz tranquila.
Levanté la vista sorprendido de que me hablará. Se sentaba lo más lejos que le permitía la mesa de mí, pero su silla giraba en mí dirección. Llevaba el pelo húmedo y despeinado pero, aun así, lucía realmente bien.

— Me llamo Jeon Jung Kook — continuó — No me presenté la semana pasada. Tú debes ser Park Ji Min.

Estaba confuso y la cabeza me daba vueltas. Ahora era muy amable, me trataba bien. Tenia que hablar, esperaba mi respuesta, pero no se me ocurría nada convencional.

- De..desapareciste - tartamudeé.

Se río de una forma suave y encantadora.

— Estaba fuera del pueblo.
— Oh — dije intentado parecer indiferente.

No añadió nada más. Violento, desvíe la mirada.
Gracias a Dios que el profesor empezó con la clase en ese momento. Intenté prestar atención, pero no podía evitar echar un vistazo a través de mi pelo al chico extraño que tenía a mi lado. Cosa que lamenté ya que nuestras miradas siempre se encontraban.

A la hora del almuerzo, Jungkook me invitó a comer con él, acción que sorprendió tanto a mis amigos como a mí, pero no quería ser un descortés así que acepté su propuesta.
Había comprado un montón de comida y lo puso delante de mí.

— Puedes comer todo lo que quieras — me ofreció.
— ¿Todo esto es solo para nosotros dos? —
— No, es solo para ti, ¿es mucho? —

Preguntó preocupado mirándome con esos ojos que me engatusaban. Torpemente, aparté la mirada sonrojado.

— No... es solo que me sorprende que seas tan amable, la última vez fuiste un poco... distinto — le solté sin pensarlo.
— Lo siento, fui muy descortés — se encogió de hombros y desvío la mirada.
— Es solo que... — continuó — no puedo controlarme contigo... y... eso me preocupaba — me volvió a mirar a los ojos — Me resultas tan interesante.
— No... no se que decir — dije con timidez.
— Perdona, te he incomodado — esbozó una sonrisa tierna.

Me sonrojé nuevamente al verlo sonreír e intenté ocultarlo bajando la mirada y comiéndome un trozo de pizza. Él solo se dedicó a mirarme fijamente mientras yo comía, pero no probó ni un bocado.

— Tienes mejor la herida — afirmó mirándome el dedo.
— Oh... mm.. Sí — me miré el dedo — fue un corte de nada.
— Me alegra.
— ¿Eh? — me extrañé confundido y lo miré por primera vez directamente a los ojos. — ¿A qué te refieres con que te alegra?
— Bueno... Que no te haya dejado cicatriz — al decir eso, su rostro se puso tenso y sin más se levantó y encaminó fuera de la cafetería. Sin duda era muy raro.

Finalizaron las clases y por fin podía volver a casa.
Me encontraba de pie junto a la parte trasera de mi auto intentando encontrar las llaves, cuando oí un sonido extraño a mis espaldas.
Era un chirrido fuerte que se convertía rápidamente en un estruendo. Sobresaltado, Alcé la vista.
Un flujo de adrenalina se apoderó de mi mente e hizo que captará todo con más rapidez.
Jeon se encontraba a tres coches de distancia, y me miraba con rostro de espantó. Él y otras mil personas ahí presentes. Pero en ese momento tenía más importancia la camioneta negra que patinaba sobre el suelo mojado con los frenos fuera de control. Iba a chocar contra la parte posterior de mi Toyota, y yo estaba en medio de ambos vehículos. No tenía tiempo de apartarme y cerrar los ojos fue lo primero que pasó por mi mente.
Algo me golpeó con fuerza, aún que no con la misma intensidad que esperaba. Me golpeé la cabeza contra el asfalto empapado y sentí que algo frío y compacto me sujetaba contra el suelo. Abrí los ojos y pude ver claramente a Jungkook sosteniendo la camioneta a treinta centímetros de mi cabeza. Haciendo una abolladura con la única mano que tenía libre en la parte lateral de la carrocería del vehículo negro.

Reinó el silencio durante uno micros segundos antes de que todos se pusieran a chillar mi nombre. Pero en medio de todos esos gritos escuché con mayor claridad la voz suave y preocupada de Jeon que me hablaba al oído.
— Park ¿estás bien?
— Sí, pero... ¿cómo llegaste tan rápido?
— Estaba a tu lado — el tono de su voz pasó a ser defensivo.
— No — negué mientras me incorporaba — Definitivamente te vi al otro lado del parking — insistí.
— Mira Jimin, no voy a discutir —
Quitó su mano de mi cintura y se alejó de ahí antes de que lo viera nadie. Pero yo claramente lo vi.

DEPREDADOR [Koomin]Where stories live. Discover now