¡No me he muerto!

7.9K 1K 55
                                    

- ¡Jimin! - se asombró su madre al verlo tirado en el suelo del portal. - ¡Jimin! ¡Jimin! - sacudió a su hijo preocupada.
- Ahhh - me quejé retorciéndome en el suelo - ¿Me he ahogado?, ¿Estoy muerto?
- ¿Qué? - preguntó confusa - Levantate.
- Vaya, incluso en esta vida eres tan mandona.
- ¿Pero qué dices?
- Me imaginaba el cielo más hermoso que esto - me incorporé y miré a mi alrededor - Supongo que hasta la biblia es un timo.
- ¡NIÑO! - me golpeó de repente en la espalda - Jamás vuelvas a juntar a la biblia con palabras tan nefastas.
- ¡Ah! Duele - exclamé - Espera ¿Duele? - miré a mi madre, quién me observaba con una mirada asesina - ¡Duele! - La abracé - Estoy vivo. Entones... ¿Qué hago aquí?
- ¿Es lo que quiero saber? - preguntó enfadada.
- Yo... Se suponía que estaba en la ciudad con Minho y los demás... Y... - todo lo demás lo veía borroso, me acordaba, pero no podía imaginármelo.

Mi madre se separó de mí y se puso en pie. Se la veía molesta, confusa y con unas ganas de agarrarme a palos tremendas. Supongo que la preocupación que antes dominaba su rostro había desaparecido.

- Entra a secarte si no quieres pillar un resfriado de albañil y tener que ir al instituto con mocos - entró a la casa.
- Me encanta ver tu preocupación por mi, mamá - dije irónico mientras me levantaba del suelo.

No se como ni cuando salí del río, se suponía que ese era mi momento de cruzar al otro mundo, de verás pensé que iba a morir, pero... ¿cómo es que estoy vivo? Y además ¿en casa?

Entré después de unos segundos y me dirigí escaleras arriba hacia mi dormitorio.
- ¿Qué tal la excursión con los amigos? - preguntó mi padre mientras bajaba por las escaleras.
- Al menos tú leíste la carta - contesté - Casi me voy a otro mundo.
- Que buen título para una película de comedia - dijo sarcástico - la próxima vez que quieras hacerte el muerto, avisame.

Me reí para no dejarlo mal, Papá era así, siempre contando chistes tan malos que en vez de reír te hacían querer llorar por la vergüenza ajena que te entraba.

Entré a mi habitación, cerré la puerta y me apoye en ella para luego soltar un gran estornudo que me indicaba que definitivamente había cogido un resfriado.

- Salud - me dijo una voz dentro de la habitación.
- Gra... - entre en cuenta de que se suponía que estaba solo - ¿Eres un fantasma? - pregunté mirando a mi alrededor.
- No - la voz, bastante familiar por cierto, provenía de mi cama, fijé la mirada allí y pude ver a Jungkook.

- ¿Cómo has? - definitivamente, ese chico era extraño.
- ¿Así le hablas a tu salvador? - dijo él levantándose de ni cama y dejando las sábanas mojadas - Te saqué del río.
- ¿Cómo has logrado colarte en el cuarto de un segundo piso? - pregunté, ignorando lo que me había dicho.
- Eres bastante molesto, no puedo quitarte los ojos de encima, o si no te pasa algo - contestó dirigiéndose hacía mí.
- ¿Cómo sabias que estaba en ese sitio? - pregunté dando pasos hacía atrás.
- No lo sabía - se alejó de mí al ver que formulaba muchas preguntas y avanzó hasta la ventana -
- ¿No vas ha contestarme?
- Tus labios son más húmedos de lo que pensaba - último a decir antes de irse.
- Espera... - dije tarde.

Me toqué los labios avergonzado y estornude al momento.

DEPREDADOR [Koomin]Where stories live. Discover now