El baile

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- Estaba a tu lado, Jimin - insistió con la respuesta antes dada.
- No. Yo claramente te vi
- ¿Qué viste? - Su mirada me penetraba de una manera aterradora.
- Tú estabas como a tres coches lejos de mí y de repente...y de repente - dicho en vos alta sonaba tan absurdo, pero sabía lo que había visto y no dudaría de ello.
- Nadie ta creerá.
- Tampoco pensaba decírselo a nadie.
- Tengo que irme - anunció así de repente.
- No me has respondido - repliqué.
- Sí, lo he hecho - dijo eso y se adentró en el bosque.

Varios Día Después Del Accidente.

Para mi desgracia, me había convertido en el centro de atención durante el resto de la semana. Carl se puso pesado, me seguía a todas partes, obsesionado con compensarme de algún modo. Intenté convencerle de que lo único que quería era que olvidara lo ocurrido, pero continuó insistiendo. Me seguía entre clase y clase y en el almuerzo se sentaba en nuestra mesa. Seol se comportaba con él  de forma bastante hostil, lo cual me llevó a pensar que había ganado un segundo admirador no deseado.

Después del almuerzo, me dirigí a clases de Biología.
Jungkook se encontraba ya en su sitio, mirando al frente. Me senté, esperando a que girara hacía mí. No dio señales de haberse dado cuenta de mi presencia.
- Hola, Jeon - dije en tono agradable para dejarle ver que vengo en son de paz.
Ladeó la cabeza levemente hacia mí sin mirarme, asintió una vez y miró en la dirección opuesta.
- Jeon Jungkook - me ignoraba - Jeon
-
- ¿Qué quieres? - preguntó molesto.

Su mirada era dura y su hostilidad me intimó; hable con la voz notablemente asustada.

- Me debes una explicación - le recordé.
- Te salvé la vida. No te debo nada -
Retrocedí ante el resentimiento de su tono.
- ¿Vas a ser así? - pregunté  decepcionado y luego miré al profesor fingiendo prestar atención a su explicación.

- Jimin - oí su voz llamándome - ¿Qué quieres de mí? - dijo de forma cortante.
- La verdad - dije - quiero saber porqué miento por ti - lo miré.
- ¿Qué crees que pasó? - preguntó bruscamente.
- Todo lo que sé es que, tú  estabas...- le contesté de forma atropellada y luego me quedé mudo - es igual - volví aparta la mirada y él hizo lo mismo.
- ¿Por qué te molestaste el salvarme si ahora te arrepientes? - bufé con toda la frialdad que podía.
- ¿Crees que me arrepiento? - se volvió a mí.
En ese momento sonó el timbre y yo salí tan pronto como pude, dejándolo con la palabra en la boca.
- Jimin, Jimin - venía tras mí.
- ¿Qué quieres? - pregunté sin frenar los pasos.
- Lo siento - dijo alcanzándome del brazo - ¿estás llorando? - preguntó apenado.
- No - la peor mentira de la historia.
- Lo sabía - bajó la vista - sabía que no podíamos ser amigos, no soy bueno para ti - dijo eso y se marchó a largos pasos imposibles de alcanzar.

Habían pasado 3 semanas. Aunque todos los días estuviera allí, a treinta centímetros de mi silla, era incapaz de mirarme. Yo, incapaz de contenerme, le ojeaba a cierta distancia, en la cafetería o en el aparcamiento. Contemplaba cómo sus ojos negros, su rostro blanco y su pálida piel porcelana se alejaban de mí día tras día, pero en clase no daba más muestras de saber de su existencia. Me sentí miserable. Y creo que empecé a soñar despierto.

Al menos a Minho y Seol les complacía la obvia frialdad que había entre mi compañero de asiento y yo. La confianza de Minho aumentó hasta atreverse a sentarse al borde de mi mesa para conversar antes de que comenzarán las clases, ignorando por completo a Jeon como él a nosotros.

Minho me hizo saber de que se acercaba un acontecimiento... El primer martes de marzo me telefoneó y pidió permiso para invitar a Seol, al parecer era a petición solo de los  chicos, le di el permiso sin estar muy seguro del porque me lo pedía.

14 Días Antes Del Baile.

Mis temores aumentaron durante el almuerzo, cuando Minho se sentó lo más lejos que pudo de Seol. Mientras que esta estaba inusualmente callada.

Ella continuaba en silencio mientras íbamos a clase. El aspecto violento de su rostro era una mala señal, pero no abordó el tema hasta que estuve sentado en mi silla y se encaramó sobre la mesa. Como siempre, también era consciente de que Jeon se sentaba lo bastante cerca como para tocarlo, y tan distante como si fuera una mera invención de mi imaginación.

- Bueno - rompió el silencio - Minho me ha invitando a ir al baile de primavera con él.
- Eso es bueno - conferí - te vas a divertir un montón con él.
- Emm, bueno... - se quedó sin saber que decir mientras estudiaba mi sonrisa; era obvio que no le agradaba mi respuesta - le dije que tenía que pensarlo.
- ¿Por qué hiciste eso?
Dejé que mi voz reflejará cierta desaprobación, aun que me aliviaba saber que no le dio una negativa definitiva. Se puso colorada como un tomate y bajó la vista. La lástima hizo vacilar mi resolución

DEPREDADOR [Koomin]Where stories live. Discover now