"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]

°Chapter°: Veinticuatro

Cada mínima particula de mi anatomía falló. Era una especie de estatua, quería decir un montón de cosas, pero algo me lo impidia. Sus ojos permanecian firmes en los míos, mientras yo buscaba en alguna parte de mi, valentía.

— Mantente lejos de Lucas.

Finalizó, fijando la vista al frente, dando pasos seguros. Cerré mis ojos con dureza, aún incrédula de lo sucedido hace unos segundos, no quería quedarme callada.

— Mark...— Con un hilo de voz logré pronunciar su nombre, sin ser capaz de abrir los ojos a la realidad.

— No seas ingenua — Ladee mi cabeza por sobre mi hombro, consiguiendo una vista clara de su espalda — No siento nada por ti. Ni lo sentiré.

Cada pedazo de mi débil corazón fue desaciendose, en una especie de humo. En qué estaba pensado. ¿Por un momento de verdad creí que él sentía algo por mi?...¿Lo hice?

Apenas su semblante desapareció de mi visión, mi pecho comenzó a subir y bajar por la adrenalina. No era por el beso, si no, porque tenía rabia. Me sentía usada. Solo una cosa emergió de mi mente. Haré todo lo que que no quieres que haga.

¿Inmadura? No le daba reproche a aquello. Necesitaba vengarme.
Si tanto decía no sentir nada, no le importará el que esté en peligro.

××××××

— Hola.

La encantadora sonrisa de Lucas logró distraerme. Se sentó a mi lado cruzando los brazos por sobre la mesa, sin quitar esa expresión amable, sólo que ahora había algo distinto en ella. Parecía absorto en mí.

— Hola — Sonreí nerviosa.

— ¿Cómo estás? Yo realmente lamento lo de anoche. Mi intención no era dañarte, sólo que...

— Está bien. No te disculpes — Al fin fuí capaz de verlo fijo — Me inquiete por una estupidez.

— Bueno, quitando el hecho de que tú amigo casi me mata — Rió.

Dejé salir una carcajada al ver que él no le tomaba peso al tema.

— Creo que estaba algo alterado — Regresé mi atención al cuaderno en frente. El recuerdo de anoche continuaba resonando en mi cabeza — Lucas, me preguntaba si querrías ir hoy en la noche a beber algo.

No pensaba en nada más que en molestar a Mark. Mi cerebro parecía desconectado.

— ¡Claro! — Esbozó una sonrisa coqueta — Me encantaría.

Volvimos a reír después de aquello. Supongo que no se esperaba que lo invitase alguna vez.

(...)

Aparcó su Jeep en la acera, a unos pocos metros de la entrada del edificio.

— Gracias, por venir a dejarme.

— Cuando quieras. Nos vemos a las diez. — Guiñó un ojo.

Asentí animada. Más que nada imperactiva, era primera vez que realizaba algo ajeno a mi zona de confort. Me sentía más viva.
Me despedí con la mano una vez salí del auto, en tanto iba al ascensor. Al entrar a este sólo podía pensar en que vestir. ¿Una falda? Sería demasiado, ¿No?