NUEVOS CONOCIMIENTOS

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Tras el pequeño saludo que compartieron el pelirrosa y la primera maestra, ambos se sentaron sobre la verde hierba del pequeño claro, y el Dragneel comenzó a sacar gruesos libros forrados en cuero de la mochila que había cargado consigo desde esa mañana.

-¿Leiste lo que te dije ayer Natsu-kun?- le preguntó la pequeña maestra al pelirrosa con más seriedad de la que inicialmente había mostrado cuando ambos se saludaron. -Claro que si- respondió él con la misma, e incluso más, seriedad con la que le había hablado su mentora- incluso alcancé a leer un poco más para terminar el libro de una buena vez-.

Los tres "espías" observaban la escena detenidamente, la confusión evidente en sus facciones, pero completamente determinados a buscar respuestas a sus grandes preguntas sobre el pelirrosa como para permitirse distraerse por el shock de enterarse de que al parecer el Dragneel ahora era pupilo de la primera maestra del gremio.

-¿Y tienes alguna duda sobre lo que leíste?- le preguntó la estratega recostandose sobre el pasto con ambas manos bajo su cabeza como apoyo. -Nada realmente, las últimas estrategias que leí fueron, siendo sincero, las más complejas y dificiles de comprender pero después de un rato me fue fácil decifrarlas- dijo el dragon slayer de fuego con simpleza extrema, como si solo estuviera hablando del clima y no de algunas locas y extremadamente complejas estrategias, como se podía deducir por la gran sonrisa orgullosa que se dibujaba en el rostro del la maestraque dijo con una risilla- como era de esperarse de ti Natsu-kun, no importa lo que te lance, siempre logras entenderlo y memorizarlo de una manera u otra-.

Ok, después de esto el pequeño grupo de magos que permanecía oculto no pudo evitar quedar boquiabierto. No es que pensaran que Natsu fuese tonto, no, claro que no. Siempre habían tenido la imagen del pelirrosa siendo alguien bastante infantil que solo mostraría sus verdaderas capacidades (físicas e intelectuales) cuando lo creyera necesario. Lo que jamás pudieron haberse imaginado, ni en sus más bizarros y extraordinarios sueños, es ver al pelirrosa actuar como todo un genio, descifrando y memorizando, parte por parte, estrategias complicadas con tan solo usar un simple y, como muchos piensan, obsoleto libro. Además, nadie en su sano juicio podría haber supuesto esto cuando, hace tan solo 6 meses, él seguía siendo el mismo pelirrosa imprudente del que se habían encariñado tanto.

-Ok Natsu- dijo la pequeña maestra volviendo a tener una expresión neutral en su rostro- te doy las siguientes tres horas para que leas hasta la mitad del libro Senryaku no masuta. Después haremos la simulación necesaria- terminó sobria. El otro simplemente asintió sin palabra alguna, y seguidamente tomó de entre la pila de libros el que la estratega le había dicho. Este era grueso, un poco más grueso que el resto, y estaba forrado en cuero verde oscuro, y en la portada podía apreciarse el título en letras doradas.

Las horas se pasaron con lentitud, lo único que podía escucharse en todo el claro eran las hojas siendo pasadas, el ruido de la pluma del pelirrosa tomando apuntes en el borde inferior de las páginas, la melodía que de vez en cuando tarareaba la primera, y el crujido que eventualmente producían los animalillos a los alrededores. En pocas palabras, nada verdaderamente notable ocurrió durante esas largas horas, por lo que los tres magos ocultos finalmente tuvieron la oportunidad de sentarse bajo la sombra acojedora de los arboles que rodeaban el claro y hablar entre ellos con calma, pues bueno, no es que tuvieran más que hacer para matar el aburrimiento sin que por accidente delataran sus presencias.

Entre esos momentos de silencio, la primera habló llamando la atención de todos los presentes -Neh Natsu-kun...- el mencionado, sin despegar la vista del texto entre sus manos,  simplemente hizo un ruido de reconocimiento indicandole que continuara con lo que tuviera que decir -¿Por qué lo haces?- fue lo que salió de los labios de la rubia sin dar más explicaciones, logrando desconcertar a los demás y finalmente logrando que los ojos color jade del pelirrosa le vieran confusos- ¿Por qué qué?- fue lo que preguntó el mago. -¿Por qué decidiste estudiar y practicar conmigo?- reformuló la primera maestra seriamente haciendo que la confusión en la mirada del preguntado fuese reemplazada por incredulidad e irritación mientras éste devolvía su mirada al libro-¿De nuevo esa pregunta Mavis? Que yo sepa, yo ya te dí respuesta a esa pregunta hace rato-.

Invisible WeaponsTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon