Laycon una ciudad suburbana regida por el poder y la ambición de sus habitantes, obliga a sus habitantes a vivir de apariencias. Camille una joven ambiciosa,criada con lo mejor de lo mejor es obligada a manipular los medios de comunicación a su favo...
Un día estaba alistándome para salir a la oficina a reunirme con Emilio y mi madre curiosa se acerco a la puerta de mi cuarto y dijo:
-¿Estas segura que entre Emilio y tu no puede haber nada mas?
Camille: Obviamente no madre, ademas el no me gusta para nada.
Carol: ¿Y el gusta de ti? Si es así debes haber notado algo ¿No?
Camille: No, no he notado nada, el me odia según se, ni siquiera se porque me tiene tanta rabia, si antes nos la llevábamos bien y eramos amigos. De lo que si estoy segura es de que el quiere utilizarme y yo a el, fin.
Carol: ¿Y a donde vas?
Camille: A ver a Emilio.
Carol: Menos mal que no te gusta, porque si te gustara tu prometido, no se como irías vestida.
Camille: (La mire con una cara de sarcasmo) ...No ofendas mi buen gusto... madre, el hecho de que este comprometida con un loco no quiere decir que voy a vestir peor, sigo siendo yo.
Carol: Cami... Si por alguna razón quieres dejar esta locura del trato a un lado y comenzar algo sincero con Emilio, nosotros te apoyamos, y mas después de todo lo que me contaste.
Camille: Ay Ca' ya no vayas a empezar.
Toda esa semana estuve, yendo a la oficina de los Montreal un día si y un día no. Unos días después recibí una nota de Andes que decía: ''Aun no esta hecho'' así que solo me relaje, porque los primeros vestigios de que yo estaba saliendo con alguien no habían salido a la luz.
Siendo sincera me arriesgaba mucho, porque si esa noticia salia a la luz, me exponía a que la gente pensara mal de mi.
Ese Jueves en la mañana llegue puntual a la oficina de mi ''prometido'' y de tanto aburrimiento me senté en la mesa larga y me quede dormida.
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No se por cuanto tiempo estuve dormida, pero lo que si se, es que cuando desperté sentí la mano de alguien acariciando mi cabeza. No quise abrir lo ojos de momento, mi mente decía mil cosas, estaba por primera vez nerviosa, porque el que estaba allí sentado a mi lado no podía ser ''Gabin'' así que me dije: ''Es ¡¡Emilio!! pero ¿porque?.. me vuelvo loca''. Por nada del mundo quise abrir los ojos, seguí fingiendo estar dormida, hasta que ''plash'', Emilio golpeo la mesa con su mano y me levante, desesperada del susto, obviamente fingiendo que acababa de despertar.
Emilio: ¿No tienes una casa a donde ir a dormir? ¿Acaso eres una persona en situación de calle?
Camille: Tengo casa, claro que si... Ahora ¿Tu me vas a dejar irme a ella?
Emilio: No. (sonrió levemente y se levanto a seguir trabajando).
Que pedante y sin sentido, ahora estaba mas confundida que antes, ¿Porque hacia cosas que lo hacían ver tierno y luego lo arruinaba todo?. Mi madre siempre ha tenido un dicho que dice: '' Lo que haces con las manos, lo destruyes con los pies'' y Emilio hacia ese dicho una realidad. ¿Y porque me importa tanto? En vez de eso debo estar preocupada por buscar la manera de explicarle todo a Aaron.
Emilio: Hoy vamos a cenar recuerdalo.
Camille: ¿Debe ser hoy? tengo algunas cosas que organizar para nuestro primer evento juntos, ya sabes tu entrada a la sociedad y un montón de cosas mas, hoy no creo poder.
Emilio: Posponlo todo, salimos hoy.
Camille: Que dictadura, no voy a poder llegar a una meta con el poco tiempo que me das.
Emilio: Yo no te exijo tiempos, solo resultados, y para mi la cena es un resultado, deja de llorar y ve a arreglarte.
¡Que increíble!, me dejo salir antes de tiempo y no me cobro lo de haberme quedad dormida, que milagro. Salí de allí corriendo, antes de que se arrepintiera y fui a buscar algo lindo para la ocasión.
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Mas tarde, cuando me encontré con Emilio afuera de mi departamento me dijo:
-¿Eres una novia acaso? ademas ese vestido esta muy corto.
Camille: Eres un patán, ademas no me lo puse para ti.
¿Es en serio? ¿no le gustó? ¿esta corto? ...esta loco, en parte si me lo puse esperando que le gustara, impresionante. Emilio abrió la puerta del auto y yo subí pero luego continuo la conversación.
Emilio: ¿Porque aun no te mudas?
Camille: Porque nuestra antigua mansión esta ocupada por sus nuevos dueños y mi madre esta en busca de algo parecido a lo que ya teníamos.
Emilio: Siempre se puede llegar a un acuerdo con sus nuevos inquilinos.
Camille: Jajaja ( sonreí) ¿Que clase de acuerdo?, ¿No me digas que algo turbio?
Emilio: No seas mal pensada, solo digo (y sonrió tiernamente)
Por primera o segunda vez veía a Emilio diferente como si disfrutara de mi compañía y viceversa, pero lo que dijo del vestido lo contradecía, ¡Que confusión!
