Rivales | Licha Magallan

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emilia.gallardo

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El sábado por la noche, siendo este el segundo día en Portugal, con Lisandro habíamos decidido ir a cenar y, de paso, a recorrer un poco el centro, después de todo, habíamos pasado los dos primeros días en la playa, disfrutando.

—¿Ya estás amor? —cuestionó Licha, abrazandome, mientras yo me miraba al espejo. Asentí y me gire, quedando de frente a el —. Te amo.

—Yo también Li —le di un beso—. Gracias por traerme hasta acá, es hermoso todo.

—No le tenes que agradecer nada, Memi —sonrió—. Me encanta pasar tiempo con vos.

—¿Vamos? —le dije, ya con todas mis cosas en mano. Magallan asintió y, con nuestras manos entrelazadas, bajamos, empezando a caminar.

Al primer lugar al que fuimos, teniendo en cuenta la hora, fue a un restaurante, al parecer, muy popular acá. No tenía mucha idea de la comida, así que elegí lo que me pareció mejor a los ojos o mejor dicho, lo que pude leer y pronunciar.

—Ya veo tu afición por la gastronomía —rió mi novio, dandose cuenta de esto.

—Dejame —le pegué levemente en la mano, también riendo—. Espero que este rico al menos.

Con nuestros pedidos en la mesa, además de comer, nos la pasamos charlando. Si había algo que amaba de nuestra relación (entre tantas cosas) era esto: no nos aburriamos nunca, siempre teniamos tema de conversación y a todo le prestábamos mucha atención.

Después de haber comido y pagado, decidimos pasear. El lugar tenía muchos locales y también estaba muy frecuentado, por las calles veíamos mucha gente, aún siendo de noche.

—¡Mirá Emi! —gritó Lisandro, tirandome de la mano y llevandome hacia un local donde había toda ropa de bebé—. Entremos.

Disculpenme, pero yo en este momento estaba muerta de amor y necesitaba un balde para toda la baba que se me caía, mirandolo. No miento. Si pudieran ver la escena estarían, probablemente, igual que yo: Licha caminaba por todo el lugar observando emocionado la ropita de bebé. De vez en cuando, agarraba ciertas cosas y me miraba a mi, mostrandome.

—Compremosle este, amor —vino hacia mi, con un body que, casualmente, tenia detalles en azul y amarillo—¿Qué? —cuestinó riendo y viendo mi cara.

—No va a ser de Boca, ¿sabes? —lo miré con la ceja arqueada.

—Que no Emilia, va a ser re bostero —dicho esto, dejó la ropa en su lugar y me dió un sonoro beso en el cachete—. Vos sabes que esta la perdes, eh, te va a salir fanatico de Boca y lo vas a tener que acompañar a la cancha. Tu peor pesadilla.

—¿Quien me mandó a estar con vos? ¡Yo solita me lo busqué, ¿te das cuenta?!

—Y bueno, no te resististe a mi belleza.

—Mmm vos decis —reí.

—Mirá que bombón te estas comiendo, Memi, que envidia —lo amo.

—¿Vos viste? Una obra de arte —respondí. El se acercó a mi, mordiendose el labio. Tenía la mirada fija en mis ojos y yo estaba que me derretía.

—Te amo —me besó. Si bien no me gustaba demostrar tanto amor en público, o, más bien, me daba vergüenza, justo en este momento me daba igual—. Sos lo más lindo que me pasó en la vida.

—Que exagerado que sos —acaricié su mejilla—. Te amo mi amor, mucho.

—No exagero y vos lo sabes —me dió un pico—. Bueno, ¿le compramos algo? —dijo ahora mirando mi panza —. Yo no me puedo ir de acá sin comprarle algo a mi hijo.

—O hija.

—Hijo.

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IMPORTANTE: Bueno, hace rato que vengo pensando en terminar esta fic, principalmente porque me gusta tanto como está quedando que no quiero que se vuelva monotona y termine aburriendo, siendo más de lo mismo. Por eso, les quería preguntar si quieren que ya la vaya terminando (obviamente que faltan algunos caps, pero no taaaantos) y piense en una posible segunda temporada (aunque nunca me salen bien las segundas, lo puedo intentar) o que haya alguna pelea entre ellos AHORA y la alargue?