Call me Desstiny.

O C H O.

Mummy don't know daddy's getting hot. At the body shop, doing something unholy. He's sat back while she's dropping it, she be popping it

(Unholy—Sam Smith & Kim Petras)

Decir que a la noche siguiente no me costó levantarme, sería una clara mentira.

Lo bueno es que la primera clase del día fue bastante tranquila. En general, hoy no me tocaría pelearme con nadie, lo cual era bastante consolador. No me apetecía tener que volver a la enfermería.

Acude a mi despacho antes de que empiece la clase.

La voz de Jeff hizo presencia en mi cabeza y yo resoplé ante su orden. Cuando se ponía en modo rey, no había quien lo soportara.

Ya voy, pesado.

Cogí el libro para la primera clase y me fui directa al ascensor para bajar a su despacho.

Toqué a la puerta un par de veces antes de entrar.

—¿Para qué llamas si luego vas a entrar aunque no te responda?

Jeff estaba reunido con el profesor de defensa contra los gotihbloods.

Ups.

—¿Educación? —dije, aunque sonó más bien a una pregunta.

Jeff me dio una media sonrisa en respuesta y yo le sonreí antes de sentarme en la silla al lado del profesor.

—Bueno, supongo que te estarás preguntando por qué te he llamado...—empezó Jeff.

—Al grano —Me adelanté yo.

—Vas a dar unas clases extras de lucha cuerpo a cuerpo porque tu profesor te ha visto muy floja.

Le dediqué una mirada asesina al sujeto sentado a mi lado.

—No me mires así, es por tu bien —Rodó los ojos.

—Vale, genial —Me crucé de brazos—. ¿Y quién me dará las clases?

—Pues tu profesor ha estado evaluando a sus alumnos en sus clases y ha decidido que la mejor opción es que sea Connor quien te dé las clases.

Me reí levemente.

—Connor no tiene ni idea de pelear —espeté yo.

—Lo infravaloras demasiado por lo que veo. Al contrario de lo que piensas está mejor entrenado que nadie para pelear porque te recuerdo que es tu protector. Y, para protegerte bien, ha sido entrenado durante mucho tiempo. Me da igual si no estás de acuerdo, él te dará las clases y punto —decretó Jeff, dando por terminada la reunión—. Y ahora, vete a clase o llegarás tarde.

Me levanté del asiento sin añadir nada más y, con mi libro en la mano, entré en la clase que me tocaba justo unos minutos antes de que empezara.

Me pasé casi toda la clase leyendo un libro que había cogido de la biblioteca.

Por suerte, el resto del día transcurrió muy tranquilo, no tuve que pelearme con nadie ni nada por el estilo. Simplemente nos sentábamos en clase e íbamos cogiendo apuntes para estudiar para los exámenes.

Porque sí.

Ni siquiera siendo todo lo contrario a humana me libraba de hacer exámenes.

Recogí todas mis cosas y me dirigí hacia mi habitación.

Un fuerte abdomen y una espalda robusta evitaron que pasara, haciendo que casi me cayera de culo al suelo. El individuo en cuestión me sacaba como tres cabezas y treinta kilos de puro músculo de diferencia.