D I E Z.

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Baby, balk 'em like a dog
Walk 'em like a dog, sis, walk 'em like a dog
Fucking dirty hoes, foot draggers
Walk 'em like a dog
Walk 'em like a dog, sis, walk 'em like a dog.

(Walk 'em like a dog—Saucy Santana)


A la mañana siguiente, por desgracia, mi primera clase fue la de defensa contra gotihbloods.

Me levanté sin ganas de existir, como casi todos los días desde que había llegado al internado.

Me puse el mono y esperé pacientemente a que mi desayuno apareciera por la puerta.

Vi, sorprendida, como Connor aparecía por la puerta.

Yo alcé una ceja.

—Siempre me recibes con tanta alegría que creo que algún día te acabarás meando de la emoción —ironizó al ver mi cara.

Me reí levemente por su ironía.

—Es que no estaba esperándote. Estaba esperando a mí desayuno.

Connor se señaló de arriba abajo con las palmas de sus manos.

—Aquí tienes tu desayuno.

Negué con la cabeza, divertida.

—Muy gracioso, ¿dónde está el chico de siempre?

—Hablo en serio. Jeff me dijo que viniera yo, ya lo hemos hablado y estoy de acuerdo.

Me negué en rotundo. No pensaba morder a Connor.

—Bueno resulta que la que tiene que comer soy yo y que Jeff no tiene ningún derecho a decidir nada sobre mi vida. Así que ve olvidándote del tema.

—Sé que llevas desde anoche sin comer nada y sé que estarás hambrienta. ¿Tan horrible sería que me mordieras?

—No, Connor. No es tan horrible, pero no quiero...

—Si tienes miedo de hacerme daño te aseguro que no pasará nada, Dess.

—No, no es eso. Es que eres mi amigo y no lo veo bien. Además, para los ángeles es una deshonra que un vampiro beba vuestra sangre. No es buena idea, Connor.

Él se acercó peligrosamente a mí.

—Ya me han echado, Desstiny. No tengo nada que perder.

No lo detuve cuando se fue directo a la cocina, simplemente me quedé observándole con curiosidad. Sin saber que sería lo próximo que haría.

Salió de la cocina con un pequeño cuchillo en la mano y, antes de que pudiera detenerlo, se hizo un pequeño corte en el cuello por el cual empezó a brotar la sangre.

El olor dulce de su sangre apenas tardó dos segundos en llegar a mí.

Intenté contenerme con todas mis fuerzas. Cada vez que Connor se acercaba a mí yo me alejaba otro paso, pero cada vez se me hacía más difícil resistirme.

Connor alcanzó mi muñeca y tiró de ella hacia él, haciendo que mi pecho chocara con el suyo.

—Deja de intentar resistirte, Desstiny —dijo en un susurro.

Y no sé si fue por el tono grave de sus palabras, por la forma en la que dijo mi nombre o porque tenía hambre que al final terminé por acercarme a él.

Dejé mis colmillos salir porque ya habían empezado a doler de lo mucho que deseaba probar su sangre.

Primero deslicé mi lengua por la sangre derramada del corte que iba descendiendo poco a poco por su cuello.

Call me Desstiny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora