Dije que te Amaba... Pero mentí II

Capítulo 15 : "No Recuerdo nada"

Capítulo 15

"No Recuerdo nada"

Harold:

   Debí beber todo el licor que había en el bar, porque mi memoria se encontraba en blanco. No recordaba nada, ni siquiera como había llegado a mi apartamento. No obstante, la resaca no había tardado en darme los buenos días.

—¿Qué esperabas? Beber como un idiota y despertar como sin nada...—me regañé por lo idiota que había sido, mientras colocaba mis manos en la cabeza.

    Me levanté como pude y caminé hacia el baño. Necesitaba una buena ducha, y si era fría, todavía mejor.

—¿Cómo habré llegado?—inquirí, pero no tenía cómo saberlo.

    Cerré los ojos, al mismo tiempo que me metía bajo la ducha, sintiendo el agua recorrer por mi cuerpo. Lo único que encontré recordar fue imágenes borrosas de aquel extraño sueño que había tenido con Ariana. Incluso aquella confesión que jamás le había expresado. Pero, ¿realmente había sido un sueño?

    Sonreí al cuestionarme todo aquello, sin imaginar que no era ningún sueño. Había llegado a mi casa gracias a ella.

Ariana:

    Desperté aun sintiéndome extraña. Escuchar a Harold hablar de esa manera me había ablandado un poco más. Y ya no sentía pena por él, sino dolor. Al fin sabía de sus labios aquella verdad que me había ocultado cuando estudiábamos y yo iba a su casa a explicarle álgebra.

    Siempre había visto a alguien distinto del Harold que él intentaba proyectar ante los demás. De ese Harold Spencer que él ocultaba, para no hacer ver esa vida vacía que hasta ahora yo había desconocido.

—El pasado se quedó atrás, no lo olvides Ariana... Ya no importa lo que no fue...—me recordé, mientras caminaba hacía el baño. Robert había prometido pasar por mi temprano, para desayunar juntos, antes de que empezará por completo nuestro día ajetreado.

    Pero por más que tratase olvidarlo, aquella confesión me había desarmado. Y fue algo que pudo observar Robert cuando nos encontrábamos desayunando en un local de comida rápida que se había convertido en nuestro favorito.

—Has estado callada desde que llegamos, ¿sucede algo, Ariana?

    Miré mis manos al sentirme culpable porque aún no me había atrevido a contarle nada. Y no sabía si estaba haciendo lo correcto en decírselo o no.