Capítulo 23 : "No puedes cambiar el pasado"

2.2K 200 10
                                    

Capítulo 23

"No puedes cambiar el pasado"

Harold:

     Era consciente que había perdido, antes de intentar ganar su confianza, una vez más. Ella me había escuchado. Me había dado la oportunidad de hablar. De desahogarme y liberar mi alma. Pero eso había sido todo y no había conseguido más que un nada.



—No puedes cambiar el pasado... Ninguno de los dos puede.—me había expresado, antes de pedirme una vez más que me marchara.



Ariana:

    Saber lo que le había pedido Robert a Harold me había golpeado. Había mirado a sus ojos y había visto que no me mentía. Él también estaba sufriendo... Y lamentaba la pérdida de Robert.



   Cerré la puerta, sin permitirme verlo por última vez. Ya había sido suficiente. No veía justo para ninguno de los dos que él cumpliese con el último deseo de Robert. Ambos debíamos continuar con nuestras vidas y seguir adelante sin mirar atrás.



    Para hacérselo más fácil, decidí renunciar a mi trabajo y mudarme a un lugar donde los recuerdos no me acompañasen. Tomando la decisión de que Chicago era el lugar indicado. Mi nuevo hogar.



—¿Chicago?... ¿Tan lejos?—me había expresado Jennifer cuando le había contado mi decisión.

—Sí... No puedo seguir aquí, sino me hundiré en la soledad y la tristeza.

—¿Es por lo que te contó Harold?

—Por todo... Necesito comenzar de nuevo... Sola.

—Odiaba tanto a Harold por lo que te hizo... No obstante, sé que para él tampoco ha sido fácil. Todo esto. ¿Sabes? Evitaba lastimarte con la verdad... Se negaba a decírtelo. Fue Simon quien le obligó, pensando que así podíamos ayudarte...

—Robert también intentó... Intentó que le diera una segunda oportunidad...

—¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?

—En el hospital... Cuando despertó. Intentó pedírmelo cuando me pidió que fuese feliz y al decirme que Harold había cambiado... No quise escucharle. Ahora entiendo lo que quería hacer...

—Sabía que Harold te seguía amando...

—Buscaba que fuese feliz de nuevo, sin él...—mis ojos empezaron a humedecerse de nuevo—. Mientras yo sólo quería ser feliz a su lado...



Harold:

    Días después de que ella se marchará, me enteré de su decisión. Y no la culpaba por ello. Entendía que era lo mejor para ambos. El tiempo cura las heridas. La distancia nos hace crecer. Y ambos necesitábamos tiempo y distancia en nuestras vidas.



    Sin embargo, nunca habíamos medido cuánto tiempo y cuánto espacio sería necesario... Hasta ahora. Y sólo puedo decir que el tiempo ha seguido avanzando, al igual que nuestras vidas.



    No la he vuelto a ver desde la última vez que hablamos, aunque hoy creí verla a los lejos y escuchar su sonrisa, cuando me subí a un taxi que me llevaría de regreso al hotel donde me he hospedado en Chicago por mero capricho.



    O por algo más...



Ariana:

     No había podido creérmelo cuando por mera coincidencia, casi había vuelto a cruzarme con Harold. Habían pasado dos años desde que me había mudado a aquella ciudad cosmopolita y lo que menos había pensado era en esa posible posibilidad de volver a verlo o cruzarme con él. Lo había visto subirse al taxi justo al momento en que él se había girado, sin verme, mientras yo lo miraba en silencio después de despedirme de una de mis alumnas, al mismo tiempo que su taxi se marchaba.



—¿Harold?—me coloqué la capucha de mi suéter y seguí mi camino a la parada del bus, en dirección opuesta a la de él.



    No me sentía preparada de nuevo, teniendo presente la verdad. No quería su lástima ni que intentase cumplir una promesa sólo por sentirse responsable. Robert había muerto. Y ambos debíamos seguir con nuestras vidas sin cumplir esa promesa. Yo lo absolvía y liberaba de todo ello.



    Había comenzado de nuevo. Había iniciado una nueva vida lejos de todo lo que había significado ser la prometida de Robert. Había creado una pequeña academia para niñas y adolescente que deseaban ser bailarinas. Amaba ser su profesora de baile, teniendo la experiencia que tenía. Sabía que de esa manera también podía ayudarles, teniendo en cuenta lo difícil que era entrar en una academia de baile.



Harold:

    No sabía porque una parte de mí había deseado viajar de vacaciones a Chicago, cuando Hawaii o Miami se veía más tentador. Playa... Sol... Lejos de los días fríos que me tocaban en Boston. Pero había viajado hacia aquel lugar con deseos de un milagro y más cuando Valerie me había expresado un pícaro: << Deberías ir...>>... ¿A quién se le ocurría viajar de esa manera? ¡Sólo a mí!



   Regresé a hotel en donde me encontraba hospedado y a mi habitación tenso. Estaba claro que había sido una locura. Aunque una parte de mí deseaba cumplir aquel último deseo de Robert, sabía que había algo más.



   ¿Amor?



    ¿Ese era el milagro que anhelaba?



   ¿Verla de nuevo y comprobar si podía haber una segunda oportunidad?



    Era absurdo. Quizás había sido mejor no escuchar el consejo de Valerie.



    Mi teléfono celular sonó en ese instante, llevándose mis pensamientos. Sorprendiéndome. Era una llamada de mi madre. Contesté sin imaginar aquello que me esperaba escuchar.

**********************************************

Y hasta aquí llegamos con el maratón, espero que les guste lo que he escrito. Tengo estimado de dos a tres capítulos para terminarla, por lo que probablemente haga también otro maratón pronto. Gracias por su paciencia, apoyo, lecturas, comentarios y votos. Me alegra muchísimos saber que aprecian y les gusta mi trabajo de escritora novata. Besos y saludos desde Venezuela...

Dije que te Amaba... Pero mentí IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora