Capitulo 4

5.5K 398 18
                                    

Capítulo 4

Me levante temprano, y de mala gana, estaba insoportable, bueno, generalmente en las mañanas soy insoportable no es nada nuevo, me duché y comi unas galletas para salir corriendo, saque las llaves de mi moto, y si mi moto, papá la odia, pero luego de suplicar he logrado tener permiso para usarla sólo durante el día, luego de la muerte de mamá me sobre-protege demasiado.

Tarde menos de 15 minutos en llegar al gran edificio, mire bien la dirección, no quería equivocarme y meter la pata otra vez.

Eran las 9:10 así que me apresure a subir hasta el piso número 7, mire mi ropa y suspire, no quería que se burlara de mi por ningún estupido motivo esta vez. Toque la puerta y espere y espere, toque otra vez y nada. Papá había dicho que se iba a las 10 debía estar aquí aun.

Estaba decidida a irme cuando abrió la puerta, y por lo que podía ver estaba saliendo recién de la ducha, trate de no desviar la vista hacia su abdomen pero si, estaba repleto de tatuajes, y bueno, se notaba que al menos su cuerpo trabaja, me vio con el ceño fruncido, ¿que no hacia nada más que fruncir el ceño?

—Que demonios haces acá?— parecía confundido, de seguro estaba ocupado, el era taaaaan importante-

—Descuida cariño no te quitaré mucho tiempo —hizo un sonido parecido a un gruñido— ¿que? ¿Te molesto?—

Se hizo a un lado y me vio esperando

—¿Que no vas a pasar? Debo vestirme, no quiero que sigas pervirtiendo tu mente conmigo—

Reí sarcásticamente y pase a su.. humilde casa, enserio lo era, imagine algo más lujoso y costoso, pero no, era bastante acogedor y ordenado. Paso por mi lado sin siquiera mirarme, entró al que supongo era su cuarto. Tenía un par de pinturas y fotografías colgadas, eran lindas, me preguntó si a este ser tan malhumorado le gusta el arte. Tenía un estante lleno de libros, sonrei al verlos y me acerque a tomar uno que al parecer estaba leyendo cuando escuche tazas sonar, deje el libro de inmediato y voltee a verlo, estaba preparando café, me acerqué para no seguir curioseando entre sus cosas, tomo su taza y tomó el café rapidamente.

—¿No piensas ofrecerme algo? —le dije apelando a su caballerosidad-

—¿Y por qué debería hacer eso?— terminó su café y lo dejó sobre la mesa, parecía como si hubiera bebido , cada pequeño sonido le hacía arrugar la frente.

Suspire y lo vi mal, no me esperaba esa respuesta sinceramente

—Yo, mira si vas a pasearte por mi casa creo que deberíamos al menos por ser saludarnos amablemente—

Me observó unos segundos y luego sonrió negando con la cabeza

—¿A que venías Carther?- dejo la taza en el lavabo y me dio la espalda.

¿Enserio me estaba ignorando así?

—Mira venia pedirte perdón por lo de anoche, y decirte que no es culpa de mi padre...pero creo que ya me arrepentí-

—Bien. —lavo rapidamente su taza y seco sus manos para voltear e ir por su chaqueta de cuero, a decir verdad la facha que mostró ayer no era para nada parecido a lo que estaba viendo ahora.

—¿Bien? ¿Eso es todo? Aparte de idiota, comunicativo—parece que llame su atención porque se volteó a medio camino y me vio para luego acercarse un poco-

—Mira Carther, no se que estás esperando que haga por ti, de hecho no se que haces aquí —río un poco y siguio su camino tomando su chaqueta- si querías verme otra vez no necesitabas ser tan obvia, me aburren las facilonas

—¿Pero tu quien te crees? ¡No soy ninguna facilona!— estaba tan molesta en estos momentos que sencillamente no se me ocurrían nada más que insultos para el, el tipo parecía tener la confianza demasiado alta, definitivamente lo mejor que podía hacer era irme, y fue lo que hice, camine lo más rápido que pude a la salida, pero antes de siquiera llegar a ella Christopher se colocó frente a la puerta evitando que el saliera-

—Mira Carther, hagamos esto fácil, tu no me hablas, yo no te hablo, no me jodes yo no te molestó, sólo estaré dos semanas dando vueltas por tu casa, no lo hagas difícil si preciosa?—

—¿Se te fue la tinta al cerebro? No me llames preciosa... ten por seguro que no harás ningún trato con mi padre —traté de moverme para alcanzar la manilla de la puerta y salir pero Christopher en un solo movimiento me tomo la muñeca y me saco fuera -

—Has lo que desees Carther, tu existencia no es importante para mí— y con eso lo vi desaparecer por el pasillo, el tipo definitivamente estaba comenzando a lograr que lo odiara y lo peor de todo es que debí haberlo odiarlo aun mas.

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora