Epilogo

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—Carther... Carther mírame - Carlos estaba intentando hablarme pero la verdad esque no le escuchaba, mi mente no lograba dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir, todo era tan retorcido, Christopher...no salio, en cambio salio Jonathan,  ¿por que? no lo odiaba lo suficiente para que no me importara, le había entregado lo que el mismo pensaba destruir. 

Senti las manos de Carlos ayudandome a levantarme de la arena, el fuego se había extinguido, la policia estaba conversando con mi padre, no podia contarle lo que sabia, solo iba a destruirlo, y no quería verle llorar otra vez, solo seria otro secreto que guardar uno mas a mi lista ¿es posible morir por estar llena de ellos?

Mi cabeza no dejaba de repetir las imágenes de Christopher diciéndome que me amaba, el muerto, Jonathan..su risa, lleve las manos a mi cabeza intentando callar todo el ruido pero no parecía desaparecer.  

—Christopher.. Carlos.. ¿lo encontraron?- mi mejor amigo me miraba preocupado, acaricio mi rostro intentando calmarme- 

—No Carther... la policía ya reviso todo el lugar, los bomberos no encontraron nada, toda la casa fue consumida por las llamas - sentía que ya no me dolía nada, en lo absoluto, era solo algo mas, lo odiaba, lo odiaba como prometí que jamas lo haría, lo odiaba por lo que me había hecho y por hacer que lo amara, lo odiaba por ser un cobarde y dejarme aquí. 

—Hija..- la voz de papa llego a mis oídos, Carlos no me soltaba ni un segundo- vamos a casa Carther, no puedes quedarte aquí cariño..- sentía las lagrimas caer por mis mejillas pero realmente no era consiente de siquiera estar llorando, papa tomo mi mano llevándome hasta el auto, carlos se subio en la parte de atras conmigo, tenia la sensación de que explotaría en cualquier momento, que lloraria con todas mis fuerzas hasta que no quedara nada dentro de mi. 

—Te traje ropa para que te cambiaras, debes quitarte esa camiseta - su camiseta, era todo lo que me quedaba, y un par de recuerdos que dolían. No lo hice, solo espere a llegar a casa. Carlos se quedo hablando con mi padre mientras yo subia a la habitacion para ducharme, estaba demasiado tranquila, demasiado perdida, no sabia exactamente que hacer ahora mismo, el dolor era como una dolorosa anestesia. 

Cepille mi cabello y me senté al borde de la cama con su camiseta en mis manos, lo odiaba por esto, me había destruido de la manera mas cruel, y ni siquiera se quedo para gritarle , para desquitarme, yo solo quería que volviera para poder gritarle, mi corazón estaba adolorido, intentando decidir si era odio realmente lo que sentía por el, pero ahora que mas da? el ya no esta. 

Sentí a alguien subir por las escaleras, pisando fuerte y decidido, la puerta se abrió de golpe viendo a Sofia con los ojos llenos de lagrimas, estaba histérica. 

—Maldicion Carther! que has hecho! - comenzó a sollozar, ella siempre era el centro de atencion en nuestra amistad, siempre queriendo ser la mejor de las dos, pero ahora no iba a permitir que comenzara con sus escándalos- Deberías sentirte culpable ahora mismo! 

La mire sin ninguna expresion en mi rostro, yo lo había perdido todo en esa casa y ¿ella venia a decirme a mi que era culpa mía? No la necesitaba ahora mismo aquí. 

—Quiero que salgas de mi cuarto - Carlos apareció en la puerta tomando el brazo de Sofia- 

—Vamos, necesita estar sola - se soltó bruscamente para encararme otra vez pero Carlos la tomo sacándola del cuarto, ahora mismo no me interesaban los dramas de Sofia.

Carlos volvió rato después cerrando la puerta, se quedo de pie mirándome, entiendo que no supiera que hacer, ni siquiera yo sabia que hacer conmigo misma. 

—Si quieres llorar Carther, aquí estoy para ti, lo que necesites, aquí estaré - se acerco para sentarse a mi lado- dormiré contigo hoy si no te molesta, no pienso dejarte sola - acaricio mi cabello y se levanto para ordenar la cama, una vez que estaba lista me llamo para que me acostara, apago todas las luces dejando el cuarto en una horrible oscuridad. Solo la luz de la calle iluminaba mi cuarto, y entonces ahí, el silencio se hizo mas fuerte y las voces en mi cabeza comenzaron a gritar, no importaba demasiado nada ya, solo quería verlo, aun si fuera para matarlo otra vez, pero quería verlo, un sollozo se escapo de mis labios, Carlos me rodeo con sus brazos. 

—Llora Carther, hace bien, solo saca todo eso fuera - mis lagrimas comenzaron a salir son control, recuerdo la ultima vez que llore así, fue cuando perdí a mi madre, y eso solo me hacia volver a este mismo punto en el que también había perdido a Christopher y con el , también a mi. Carlos me abrazo hasta que los gritos de dolor se calmaron solo podía escucharlo decir que todo iba a estar bien, me pregunto cuanto tiempo tomaría eso. 

Los primeros días fueron difíciles, pero la vida debía seguir, no podía pasarme el dia entero en la cama llorando a alguien que ya se había ido, y ni siquiera pude decirle lo que realmente sentía. Papa se quedo a trabajar en casa esas semanas, me ayudo mucho tenerle cerca, a Sofia no la volví a ver, en mi casa al menos, en la universidad apenas si volteaba a verme, no me intereso entender su reacción tampoco, ya nada me soprendia viniendo de ella. 

Tenia que ir por el cuadro a la universidad, aun estaba algo sensible y sabia que cualquier cosa que viera de el seria como tocar una herida abierta. Habia obtenido la calificación mas alta, el profesor estaba feliz con el trabajo que había desarrollado, y me pidio que lo dejara para una exposición, le dije que lo pensaría, la verdad no estaba segura si quería que alguien mas viera mis sentimientos por el, porque de eso hablaba el cuadro, el. 

Salí de la universidad para colocar el cuadro en la parte trasera del auto, hace poco había ido a ver a Jonathan al hospital, no había tenido visitas, yo era la primera, pero para cuando entre a verlo el no estaba, sinceramente si quería venir por mi, lo estaría esperando, el iba a pagar por lo que había hecho. 

Me acomode en el asiento dejando mi celular a un lado de la palanca de cambio, odiaba cuando las personas dejaban volantes en el parabrisas, eran molestos. Salí del auto para sacarlo y volví a entrar, lo mire extrañada, era mas bien un papel corriente con algo escrito en el. 

"Aunque tu me quieras lejos..."

Eso era todo,  nada mas, sali del auto rápidamente para ver si había alguien cerca, pero el estacionamiento estaba vació, mi corazón comenzó a latir rápidamente, no podía ser, no había ninguna sola posibilidad de que eso fuera cierto, la policía no encontró a nadie, ni siquiera un cuerpo dentro de la casa, mis manos comenzaron a sudar, si eso era cierto lo iba a encontrar y el pagaría por esto, sus oscuros secretos iban a ser revelados y esta vez... el iba a conocer los míos.

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Deseos ProhibidosWhere stories live. Discover now