Deseos Prohibidos

Capitulo 53

Luego de escuchar a Sofia explicarme la situación más de tres veces, me dejo ir, tenía que estar en el departamento antes de que el llegará, pensar en Sofia engañando a Alex se me hacía extraño, pero ella siguio hasta el final con esa historia, asique decidí creerle. 

—Señorita Carther, no sabe el gusto que me da verla otra vez - el viejo hombre me saludo con una sonrisa y me entregó la llave del piso-  puede subir, el señor dijo que llegaría en unos minutos 

—Gracias Martín, que tenga una buena noche - tome el ascensor hasta su piso,camine por el pasillo  mientras juguetaba con las llaves, hasta encontrarme con su puerta, habían pasado muchas cosas desde que estuve aquí la última vez. Sonrei recordando lo idiota que fue cuando lo conoci, y no podía entender como había cambiado tanto, ahora hablaba más, no lo suficiente pero me decía cosas que el Christopher que conocí no hubiera dicho. 

Abrí la puerta y entre a su departamento, me pregunto porque no pasará tiempo en este, me gusta el otro, tengo lindos recuerdos en el, ¿pero porque dos departamentos?. Dejé mi bolso con ropa para tres días como me pidió en su mensaje, me había dado un nuevo número, parecíamos amantes en vez de pareja. 

Mire los cuadros que tenía colgados, los libros en el estante, todo estaba igual que la última vez. Estaba concentrada viendo uno de sus libros cuando sentí la puerta abrirse, dejo las cosas en el suelo, y corrí para dar un brinco y rodear su cadera con mis piernas, está vez si me atrapó. 

Su risa era el sonido más lindo que alguna vez escuche, beso mis labios sin descansar, acaricie sus mejillas y el se separó para mirarme-

—Demonios Carther, no sabes lo jodidamente feliz que soy ahora mismo- dio pequeños gruñidos contra mi cuello mientras lo llenaba de besos y yo no podía dejar de reír, quería guardar este momento para que cuando necesitará un poco de felicidad pudiera recurrir a el. 

Me bajo con cuidado para que mis pies tocarán el suelo-

—¿Ya cenaste? - no me soltaba ni un solo segundo, y no me molestaba en lo absoluto, ¿este era el mismo chico que conocí?- 

—No aún no, quería comer contigo- bese sus labios nuevamente, no me cansarías nunca de besarlo-  -

—Bien, prepararé algo, mientras puedes ponerte cómoda, hay algunas camisetas en mi habitación - sonrio y beso mi frente- sólo seremos tu y yo 

Me encamine a su cuarto para buscar en su armario alguna camiseta, toda su ropa era negra, asique no tenía mucho que elegir .

Me quite los jeans y me coloque su camiseta, me recogí el cabello y volví a la cocina junto a él.  Su mirada me recorrio completa, y me extendió su mano para que la tomará. 

—Soy un idiota afortunado¿no te parece?- tiro de mi haciendo que chocara contra su pecho- ¿Me quieres ayudar a cocinar? 

—Es gracioso como ahora me dejas entrar en tu cocina y me ofreces comida, cuando antes ni una taza de té te dignaste a darme - lo mire haciéndome la ofendida- 

—Eso era antes de enamorarme de ti, no cuenta- me dio una palmada en el culo y se apartó- ahora vas a mover ese lindo trasero que me vuelve estupido y vamos a cocinar  -

—Es mejor que el de Jessica?- me dio una mirada de desaprobación y se acercó a mí nuevamente-  -

—No tengo nada con que compararte, simplemente porque nada esta a tu altura, asique no te rebajes a ella- beso mi frente y saco un sartén y un par de cuchillos, lo mire con ternura, el era la mejor cosas que me había pasado en mucho tiempo- 

—¿Donde aprendiste a cocinar? - tome el cuchillo para cortar los vegetales- 

—Mi madre me enseñó - vaya, hasta que por fin se algo de mi suegra-