Pregnancy Path ❅Omegaverse❅ YoonMin/윤민

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Decir que a esta altura del embarazo Jimin lo disfrutaba era una blasfemia, según el menor.

Hace tres días había cumplido sus cuarenta semanas, no entendía por qué su cachorra no quería salir de su vientre.

— Es un mundo feo, no te miento, mi vida. Pero es lo suficientemente para que salgas de allí, de mí.— Se encontraba hablando con su cachorra, siendo cruelmente interrumpido por su esposo.

— Te ves muy tierno, mi amor.— Su sonrisa mostraba sus pequeños dientes y encías, Jimin amaba esa sonrisa, pero no estaba teniendo nada de eso en ese momento.

— Yoonie, mi amor, cariño, mi esposo. Te amo por soportarme durante el embarazo, y créeme que he amado el proceso, pero luego de tanto tiempo y ahora no poder hacer casi nada sin que mi columna y pies duelan, créeme que me siento de todo menos tierno.— El alfa quizo reír pero se abstuvo visiblemente.

Acarició su pierna desde donde se encontraba descansando sobre unos cojines.— Te amo, Jimin.— El omega suspiró ante las caricias del más alto.

— Yo también te amo, Yoonie. Y te amaré aún más si bajas esas caricias a mis pies.—

Yoongi no se quejó en ningún momento, amaba cuidar de su pareja tanto como esta amaba cuidarlo a él.

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— Cómo fue el parto de Kookie, hyung?— Jimin le preguntó al omega en su cocina, parecía pasar más tiempo cuidándole que haciéndose cargo de la editorial, aseguraba que; "Namjoon hace la mayor parte del trabajo, igualmente. Administración de empresas y todo eso".

Seokjin tarareó mientras condimentaba la sopa que preparaba.— Traumante.— Respondió sin ningún tono en particular. Jimin se quejó.— Es cierto. Acaso me ves con más niños? Kookie es uno en su clase, luego del parto sólo podía pensar en lo precioso que era mi bebé y en como pegarle un condón permanente a Nam.—

Kookie levantó su vista de su libro de colorear al escuchar su nombre.— Tuti?— Preguntó tiernamente señalándose.

El omega sonrió a su hijo.— Sigue coloreando, amor, no ha pasado nada.— Jimin miraba la escena embelesado, amaba al niño.— Pero es algo hermoso a la vez. No hay manera de explicarlo, Jimin, estás trayendo una nueva vida al mundo, piénsalo de esa manera.— Apagó la estufa, con un Jimin mirándole desde un taburete en el mostrador.

— De una manera dolorosa.— Se quejó nuevamente.

— Contigo no hay caso, Jimin.—

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Tres días después, Jimin se encontraba entre los brazos de su alfa, ambos sobre su cama. Como iluminación sólo tenían la luz de luna filtrándose a través de sus cortinas.

Yoongi acariciaba el hinchado vientre mientras susurraba bonitas palabras a su oído, arrullándolo.— Puedes creer que dentro de unos pocos días e incluso horas la tengamos con nosotros? Ya le quiero conocer.—

Jimin tarareó, besando el cuello de su pareja.— Tu padres aún no te han llamado?— Le sintió tensarse a su costado.

El omega no quería arruinar el momento, pero nunca había un buen momento para hablar de sus suegros.

— Lo han hecho.— El mayor murmuró contra su cabello.— Pero no les he contestado.—

Jimin tarareó nuevamente para que su esposo continuara, este mismo suspiró.— No los quiero en mi vida si es que te van a tratar de manera indiferente, los quiero en la vida de mi hija mucho menos si la planean despreciar o rechazar.— Sus músculos no habían cedido bajo su peso así que Jimin procedió a acariciar sus brazos mientras dejaba pequeños besos regados por todo su cuello.