El enano, o el gato, o Alice... creo que enloqueci.

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Desperté de golpe sobre la cama, ese había sido un sueño bastante extraño. La luz del sol se colaba por mi ventana dándome la bienvenida a un nuevo día. Empecé entonces a hacer la lista mental de los permisos que debía pedirles a mis padres para verme con mis amigos pero cuando abrí por completo los ojos estaba en casa. Recordé el viaje que había hecho con mis padres a principio de año, me reí de mi misma por olvidarlo, por lo cual empecé a pensar que correo mandarle a Elizabeth diciéndole que había viajado por una "emergencias", cuando algo pasable se armó en mi cabeza me desespérese para tratar de levantarme pero ya estaba sentada sobre la silla de mi escritorio tecleando el correo, sentía los parpados pesados, por lo que pare, y cerré los ojos, al abrirlos estaba amarrada de los pies vestida solo con mi ropa interior. El pánico se apodero de mí, empecé a gritar desesperada, en mi cabeza se reproducía una imagen de Dereck preguntándole a Stiles como hace para diferenciar los sueños de la realidad y él le dice que en los sueños las personas tiene más dedos. Por lo que miré mi mano y conté mis dedos, tenía seis, volvía a gritar y golpearme repitiéndome que despertara.

Cuando al fin lo hice, estaba de nuevo en la habitación del hotel/museo donde nos quedábamos, el reloj sobre la mesa señalaba la una de la mañana y empezó a sonar unos aullidos repitiendo ''Give Love'', me levante y corrí desde la habitación al museo, junto a puerta por la que había desaparecido el enano, había otra que daba a una cafetería, Oriana se encontraba en una mesa bebiendo una gaseosa sentada junto a George, o Fred, aun no los diferenciaba en absoluto. Nuestras miradas se encontraron, por lo que ella se levanto de la mesa donde estaba y camino hasta una máquina dispensadora.

-¿Qué tomas? -me pregunto. Negué con la cabeza, aún tenía el pulso acelerado, por los sueños que acaba de tener, ella me ignoro y empezó a servirse te. Luego de eso camino fuera de la cafetería, Weasley ya no estaba donde lo había visto, al salir lo primero que vi es la base de madera solida donde se suponía debería estar algún artefacto que hiciera referencia al museo que se encontraba junto a nuestro hotel, Oriana noto mi cara de espanto, había parado en seco dejándola sola y una mueca de horror se dibujó en mi rostro. Empecé a mirar hacia todos los lados como demente en busca a la persona que debía estar sobre ese artefacto pero no lo veía.

-¿Te encuentras bien?- Me pregunta apoyando su mano en mi hombro. Negué con la cabeza y empecé a contarle mi sueño referente a mi encuentro con lo que parecía un enano.- ¿Me estás hablando enserio?- Me pregunto abriendo los ojos como platos. asentí- Debe ser una broma, yo soñé exactamente con lo mismo.- estaba cien por ciento segura de que mi cara reflejaba el pensamiento que estaba en mi cabeza, ¿enserio era posible que Oriana y yo hallamos soñado lo mismo? Solo hasta momento vuelvo a ver a Stiles, quién luce muy enojado y me señala con el dedo.

-¡Escúchame!-Le pedí alzando las manos en mi defensa, me acerque a la base, no sentía control de mi cuerpo.- Sobre esta base estaba un enano, trataba de volar o suicidarse, no estoy segura.- Empecé a explicarme tratando de sonar normal al contar mi sueño, no se porque hablaba de eso ni mucho menos porque me disculpaba, pero al girarme no me había puesto la más mínima atención, por el contrario estaba enfrascado en alguna pelea extraña con Oriana, donde ambos movían las manos en enojo y desesperación y de vez en cuando me señalaban a mí. Stiles acaricio su cien como si Oriana fuera la persona más boba del mundo, dejándola hablar sola, de seguro ni escuchaba lo que la chica tenia para decirle, al final solo la ignoro y empezó a caminar hacia el hotel donde nos quedábamos refunfuñando cosas entre dientes sin prestarle atención a Oriana que corría detrás de él diciéndole que dejara de ser un imbécil o que no la volviera a dejar hablando sola. Ignore a mi amiga y la conversación que tenía con el chico que parecía mi novio y corrí hacia donde el estaban. - Stiles, enserio perdóname no fue mi intención. - Le dije haciendo que el chico girara sobre sus talones para volver a ver.

-Miren quién se ha dignado a aparecer. - Dijo exaltado acercándose demasiado a mi.- ¿Dormiste bien, Alice? - Pronuncio cada silaba de mi nombre con rabia contenida y de inmediato volví al momento donde había compartido el trayecto en el bus con Fred Weasley. Antes de que me diera cuenta la señora re gordita que al parecer estaba a cargo de nosotros se encontraba para en medio mirándonos a un lado a Oriana y a mi, quienes hablábamos sin parar y luego a Stiles, que se limitaba a mantenerse cruzado de brazos mirándonos realmente mal.

-Entonces divídanse.- empezó a decir, separándonos para no matarnos entre nosotros- Oriana con Stiles y Fred con Alice. Listo, ya está.- Dijo, sonriendo y volviendo a entrar al hotel. Stiles me miro con un coctel de emociones que sinceramente no supe como descifrar, luego giro sobre sus talones y jalo a Oriana dentro del hotel. Por segunda vez en un día era mandada con Fred. Al darme vuelta el chico me miraba con el ceño fruncido y sus manos resguardadas del frio en sus bolsillos.

-¿De qué me perdí?- Pregunto, volviendo a verme. Mire a Fred esperanzada, lo tome de la mano y lo lleve hasta la base para contarle mi sueño, extraña necesidad que todos se enteraran de las bobadas que pasaban por mi cabeza cuando me quedaba dormida. Empecé a parlotear como loca, pero entonces cuando señale las escaleras y la entrada al museo, vi el gato, el gato que el enano me había arrojado enojo porque no había cuidado bien de él, el gato negó con la cabeza, luego se dio la vuelta y se alejó moviendo su cola señalando a Fred.

-Creo que enloquecí. - Dije antes de continuar con la historia, me lleve las manos a la cabeza. Fred pasó su brazo por sobre mis hombros y me llevo de nuevo al hotel.

-Y ...¿Qué paso después?- Pregunto Oriana escuchando atenta mi sueño.

-No lo sé.

-¿Quién es Stiles?

-Tampoco lo se.- Dije acariciando mi cien, mientras tenia perdida mi mirada en algún lugar de la chimenea, empezaba a espantarme con lo que soñaba.- No lo sé, pero siempre está presente en mis sueños.

¿Comó se llama el gato de Alice?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora