Catalina y Tony salieron de la Isla en el mismo barco contratado por Tony, cuando llegaron a Ventura, Tony sugirió que Catalina debería realizarse un cambio de look, que hiciera un poco más difícil reconocerla. Catalina al principio estuvo un poco dudosa, pero finalmente entendió que era una buena idea, y que sería divertido hacerlo.
- Muy bien. – concordó. – Pero, si debo cambiarme el look, lo vamos a hacer bien. – Declaró.
Hizo que Tony buscara en internet los mejores salones de Belleza de la cuidad y escogió uno. Se presentó allí y solicitó un cambio total, encontrando un estilista que estuvo tan emocionado, como si le hubiesen dado un esperado regalo de navidad. Tony tuvo que esperar 4 horas a que los estilistas trabajaran en Catalina, aprovechó para comprar algunas provisiones para el viaje y sacar a Black a caminar en un parque cercano, y verificar que la camioneta estuviese en perfectas condiciones para el viaje. Cuando Catalina estuvo lista, le envió un mensaje pidiéndole que fuera por ella. Tony ingresó a salón mirando de un lado a otro sin poder encontrarla.
- Hola, guapo. ¿Buscas a alguien? – preguntó una seductora voz femenina.
La expresión de Tony era de total incredulidad. Frente a él, tenía una espectacular mujer, de cabello rubio; oscuro, casi como la miel en la raíz y lentamente se aclaraba hasta tomar el tono de rubio cenizo en las puntas, completamente lacio, pareciendo más largo de lo que él conocía. Las cejas estaban ahora maquilladas y bien definidas, sus pestañas se veían bastante largas y crespas, resaltando unos hermosos ojos perfectamente maquillados, que antes tenían una tonalidad verde y que ahora estaban ocultos por unas lentillas negras. El rostro en general de ella estaba maquillado, no de manera exagerada, pero sí otorgándole una apariencia casi como de una modelo de portada. Los labios se veían ahora mucho más carnosos y apetecibles, resaltados por el brillo labial rosado que usaba. Tony la observó de pies a cabeza, llevaba puesto un jumpsuit muy corto estampado en flores, con unas sandalias de plataforma color crema, un atuendo muy playero y extremadamente sexi. Aquella mujer era supremamente hermosa, de impacto, sonaba como Catalina, pero no lo parecía.
- Cierra la boca cariño. – pidió sensualmente tocando su barbilla. – de lo contrario tu novia podría venir y enojarse por mirarme de ese modo. – completó dándole un pequeño y provocativo beso en la comisura de la boca.
- Ca... Cat?
Catalina no pudo aguantarse por más tiempo, y soltó una fuerte risotada divertida.
- Claro que soy yo, tonto. – aseguró. – Y... ¿cómo me veo?. – preguntó dando una vuelta sobre si misma de manera coqueta.
- Pequeña... te ves... espectacular, casi no te reconozco.
- ¿Enserió?. – aproveche mientras esperaba para que se aclarara mi color de cabello, para comprar el vestido y los zapatos, en la tienda de al lado. ¿No es lindo?. – preguntó ella meneando el bajo del jumpsuit, ¡Me encantó! – expresó.
- Si, a mí también. – contestó pasando saliva. – quedaste muy hermosa. Si lo que pretendíamos era que no te reconocieran, lo hemos logrado. – dijo tomándola posesivamente de la cintura. – ahora el problema serán los celos que despierten cuando tengas a varios hombres observándote.
- Mmm... hombre celoso. Ahora deberás mantenerme siempre contenta, cumpliendo mis caprichos. – selló la petición acariciándole el rostro.
- Todos y cada uno de ellos. – declaró Tony.
- Bien, porque ahora debemos comprar ropa más elegante. Para cuando estemos en Nueva York y yo parezca una de esas chicas millonarias.
Él sonrió de medio lado.
- ¿Enserio?... te estas aprovechando de mí.
- Si, lo hago. – aseguró ella colgándosele del cuello.
- Bien. – la besó. - Cariño debemos empezar el viaje.
Ella resopló resignada.
- Andando, al mal paso, darle prisa. – aseguró Catalina tomándolo de la mano.
Prisa no hubo en ningún momento. Atravesaron el país por la Interestatal 80 (I-80). California, Nevada, Utah, Nebraska, Iowa, Illinois, Ohio. Un viaje que de realizarse por carretera de recorrido con pocas paradas, debería de haber durado aproximadamente tres días, ellos tardaron seis. Esta ocasión tomaron el viaje con calma, transitaban un máximo de ocho horas diarias, descansando el tiempo suficiente para comer y estirar las piernas. Arribaban a las poblaciones en las cuales pernoctaban incluso, antes de que anocheciera, siempre escogiendo poblaciones de tamaño mediano para tratar de pasar como simples turistas. Cenaban sin prisas en algún restaurante local, daban una pequeña y tranquila caminata con Black, para luego ir a la habitación, tomar un baño, amarse durante un rato y finalmente dormir abrazados.
Tony era un estratega militar muy habilidoso, y había planeado a la perfección el regreso de Catalina. Con sus contactos había logrado enviar información confidencial a Udrich informándole el plan, incluso había conseguido una identificación falsa para ella y un juego de placas para la camioneta. Estaba completamente preparado para cualquier situación que surgiera, incluso esperando con ansias que algo aconteciera.

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DESEOS CUMPLIDOS |COMPLETA|
AvventuraAlguna vez han tratado de correr a media noche, en medio de ningún lugar donde no se escucha absolutamente ningún ruido más que tus propios pasos y respiración.... Acompáñenme en esta aventura a la que caí sin darme cuenta. Mi nombre es Catalina S...