Mate Del Alpha - YoonMin

CAPÍTULO 38

||JIMIN||

— Me hubiera gustado más ese beso en los labios —susurra.

— Ya era raro que no lo pidieras —río.

— No es gracioso, tus labios son como una droga, una vez que los pruebas no hay vuelta atrás y solo puedo tomarte en pequeñas dosis —bufa.

— No queremos un Alpha con adicciones, por eso hay que controlar las dosis —digo haciendo que ruede los ojos.

— Todo licántropo tiene su propia droga, tu olor es una de las mías —susurra y atrae mi cuello a su nariz.

— En el desayuno dijiste que mi olor era diferente ¿a que huelo? —preguntó curioso.

— Tienes la deliciosa fragancia a bosque, menta y orquídeas —susurra contra mi piel.

— No es una mala combinación ¿verdad? —pregunto y siento su pecho vibrar a causa de su risa.

— Jimin tu olor es la mejor fragancia que algún día oleré —responde— entonces ¿me besarás o tengo que robarte un beso?

— Tendrás que convencerme de darte ese beso —respondo y ríe.

— Bueno, pero déjame decirte que si es por tus besos no me importa que me llames ladrón —susurra sobre mis labios.

— Entonces hazlo Lobito —digo y muerde su labio.

— No entendí lo que dijiste, pero solo haces más grandes mis problemas allá abajo —murmura con una voz grave que altera mis hormonas. Como JiSoo diría, una voz moja bragas.

— No te preocupes, te ayudaré a solucionarlo —antes de que haga cualquier movimiento sus labios ya se encuentran devorando los míos y su cuerpo aprisiona el mío.

Nuestros movimientos son salvajes y creo que se deben a que más de una vez hemos sido interrumpidos y la carne lo reclama. Sus manos viajan libremente por todo mi cuerpo enviando corrientes eléctricas y se detienen al llegar a mis pezones.

— Mierda, no sabes cuántas ganas tengo de hacerte todo mío —jadea y de un solo tirón arranca mi suéter.

— Hazlo —jadeo y se deshace de su camisa.

El calor es tan insoportable que las prendas son un estorbo justo ahora.
Sus manos acarician mi piel desnuda y mis manos pican, quiero tocar su tonificado pecho pero tampoco quiero lucir como un desesperado.

— Yoongi —jadeo cuando una de sus manos toma uno de mis pezones. Gemidos salen de mi boca cuando este lo estimula delicadamente y este los calla con besos.

— Te voy a hacer ver las estrellas bebé —susurra y desciende a mi cuello.

»No caigas Jimin«

A la mierda la conciencia, puede que me arrepienta de esto después pero mi cuerpo lo desea, es la verdad y debo dejar de negarme ante ello, ambos tendremos la liberación que tanto deseamos y no hay nada malo con eso.

— Jimin —susurra Yoongi. Pequeños suspiros satisfactorios salen de ambos y me decido a tocarlo.

Poso mis manos sobre su pecho y bajo lentamente hasta llegar a su pantalón rozando su miembro sobre la prenda que nos divide, los sonidos que salen de su boca son extraños, pero supongo que pertenecen a la bestia, no a el humano.

Una alarma comienza a sonar y Yoongi gruñe al detenerse.

— Lo siento príncipe, vuelvo en cuanto antes —rápido se levanta y se viste— malditos, no pudieron buscar otro mejor momento —lo escucho murmurar antes de salir.