Capítulo cuarenta y ocho

283 51 5
                                    

¡Buenas noches! Otra vez cumplieron el desafío así que les va otro, ¿18 estrellitas para el martes? Subo capítulo ese día. Muchísimas gracias por sus comentarios, amo leerlos. Me gustaría saber si tienen algún personaje favorito y cuál sería, si les ha gustado algún capítulo en particular... en fin, comenten algo respecto de este fanfic. Si quieren alguna crítica también, todo comentario es bienvenido. Sin más que agregar, ¿nos leemos?

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

POV Kibum

Y aquí vamos de nuevo. Otra vez debía arruinarlo todo de la mejor forma que sabía hacerlo: por completo. A veces me cuestionaba seriamente si realmente todo lo que me pasaba no era parte de una cámara oculta y estaba cayendo en la broma más larga de la historia. Quería decirle a quien quiera que condujese el programa que ya era suficiente, que podía salir de su escondite y preparar su mejor forma de decirme que había sido engañado. Pero lo malo de todo esto es que parecía ser que dichoso programa no existía y que esta era la realidad.

Luego de pasar una hermosa semana junto a Jonghyun creí que todo mejoraría a partir de ese momento. Aunque estaba seguro de que él nunca había hablado con su padre respecto de mí y que podría jurar que esto traería conflictos, me parecía el menor de los problemas, lo mejor era poder estar juntos y disfrutar de cada uno de los centímetros de piel del otro.

Recordar lo maravilloso que era tocar su cuerpo con las yemas de mis dedos me hacía estremecer sin siquiera intentarlo. Me había vuelto adicto a observar su cuello a la distancia e imaginarme recorriéndolo con mi boca una y otra vez. En más de una ocasión, Onew había llamado mi atención cuando me encontraba totalmente embobado mirándolo:

-Se te cae la baba- me dijo un día mientras Jonghyun estaba con unos clientes.

-No lo estoy mirando.

-¿Y cómo sabes de quién estoy hablando?- rió.

-Cállate.

Aunque parecía que todos sabían que algo más pasaba entre Jonghyun y yo, no quería que lo confirmaran. Me daba pánico el hecho de que si lo hacíamos, si admitíamos una relación, la amistad se rompiera en algún punto por varios motivos: podría ser porque nosotros seríamos más unidos o porque la relación no funcionara y eso dividiese al grupo porque cada uno apoyaría a uno de nosotros. No quería imaginarme lejos de ninguno de esos tontos. Bastante duro me había resultado separarme de Luna cuando ella malinterpretó toda la situación entre Sully y Jonghyun, culpándome de todo. Aunque, en cierta forma, la entendía.

Por lo que había tomado la decisión de mantener oculto todo, pero el enano me lo hacía muy difícil. Sus ojos, su sonrisa, su cuello, su cuerpo, sus manos, su toque, su respiración, sus labios; todo en él me hacía perder la cordura (si es que alguna vez la tuve). Era realmente débil a su alrededor, y no me gustaba sentirme así, aunque para esa altura, ya había admitido que no podía contra sus encantos.

El carisma de Jjong tenía que haber sido heredado de algún lado y la respuesta se hallaba mirando a su madre. Haneul era un madre maravillosa, siempre parecía estar dispuesta a ayudar a todos, y con todos me refiero completamente a cualquier persona que se cruzara en su camino. La había visto alguna vez fuera de la casa de Jonghyun, en la calle, sola, ella no me había visto, pero pude observar cómo ayudaba a un hombre con unas bolsas de compra que llevaba, cómo sonreía a todo el mundo, cómo era un ser amable. Asimismo, todas las molestias que siempre se tomaba conmigo y cualquiera que pisara su casa era digno de admirar. Creía que ella sería una suegra genial, ¿suegra? Sí, quería que esa mujer fuera parte de mi vida. Aunque no quería que hiciera más de lo necesario por mí. Ella parecía estar fascinada con que Jonghyun y yo fuésemos pareja, no entendía por qué, pero me parecía muy tierno el hecho de que nos apoyara.

La noche que iluminas [Jongkey]Where stories live. Discover now