UN PEDAZO DE CIELO

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Lysandro llevaba a Eleonora de la mano, su calidez le hacia pensar que a pesar del error que había cometido ella aun confiaba en él y eso lo reconfortaba. 

— ¿Es una de tus hermanas? — preguntó sin titubeos. 

— ¿Qué? — Podía sentir la mirada de Eleonora en él pero no quería girarse hasta que estuvieran completamente solos y alejados de la inmensa e imponente propiedad.

Lysandro suspiró y esquivando las ramas bajas de los árboles, diviso una pequeña banca lo suficientemente lejos del castillo. 

— ¿La futura señora Fiore es una de tus hermanas? — reformulo. 

— ¿Tú sabes algo de eso? — Eleonora lo miró nerviosa.

— Tomaré eso como un si. 

— Contéstame. — Eleonora busco conectar sus miradas.

— No, por eso te pregunto. 

— Hay dos candidatas — Eleonora casi susurro. — el señor Fiore y mi padre han decidido una unión más que económica

Lysandro aún no sabía que la más opcionada era ella, tal vez lo presentía pero no le dio importancia, este era el único momento que había tenido para verla a parte de ese día cuando la asustó en el jardín de su propiedad. Estaba decidido a disfrutarlo tanto como pudiera y no malgastar el momento hablando de temas que a Eleonora claramente la incomodaban. 

— Sentémonos allí. —Lysandro la guió hasta la pequeña banca.

La muchacha sin reprochar lo siguió, era el final del jardín y detrás de esta una pequeña puerta con rejas y un marco con hojas de diferentes tipos que crecían a su alrededor era un lugar espectacular a pesar  del evidente abandono.  

— ¿A qué me has traído aquí? — Eleonora limpiaba restos de hojas que cayeron en su vestido durante el recorrido. — Si lo que querías era asesinarme habían lugares mas cerca.

Lysandro ignoró su pequeña broma y continuo: 

— No he tenido el tiempo, ni la oportunidad para tenerte a solas y hablar, conocernos — hizo un gesto con la mano — ya sabes, lo que cualquier persona haría

— Esta bien — Eleonora suspiró. — ¿qué quieres saber? 

— Bueno...

La voz de Lysandro temblaba no imaginó que, en primer lugar ella aceptara hablar de sí misma y segundo que respondiera con una pregunta.

— ¿Cuántos años tienes? — retomó nervioso. 

— ¿Es en serio? — Eleonora soltó una carcajada. — ¿es lo mejor que tienes? 

— Yo... eh... — su mano revolvía su cabello y Eleonora le miraba con gracia. — la verdad es que no venía preparado para esto, pensé que ibas a ignorarme y nunca más volver a hablarme y además yo... — Eleonora poso su dedo índice en sus labios indicándole que guardara silencio. 

— Eres bastante pesimista — su dedo bajó con suavidad y cayó de nuevo en su vestido, inspiró suavemente y lo miro. — en dos días cumpliré 17 

— ¡Genial! — chilló. — Bueno, es decir... me alegro... es una gran edad... perfecta... eh...

— Gracias.  

— Yo tengo 19.

Permanecieron así por largo tiempo, mirándose fijamente a los ojos y ambos, sin saberlo, ardían de impaciencia por que al menos sus manos volvieran a estar juntas. Hacía frío por lo que Eleonora no pudo evitar temblar con una brisa que la golpeo de lado. 

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⏰ Last updated: Nov 10, 2018 ⏰

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EL LUGAR DETRÁS DE LOS JARDINES DE BÓBOLI.Where stories live. Discover now