Capítulo 8

1.6K 117 27
                                    

Me paso toda la noche vomitando sin parar, vaciando todo lo que ingerí ayer por la noche.

Siento las lágrimas formarse en mis ojos, tirada en la cama, sin haber podido pegar un ojo desde que volvimos hace seis horas. Estoy cansada, dolida, y harta.

El golpeteo en la puerta me saca de mi trance, y miro hacia la puerta a tiempo para ver a alguien intentando abrirla desde fuera. La cerré con llave nada más volví. No puedo dejarlo estar cerca. Me confunde demasiado. Y no puedo destruir una familia por puro egoísmo, aunque me rompa el corazón en mil pedazos.

Britney está embarazada. De Peter. De Peter. Sólo ante ese pensamiento, siento como me vuelve a subir la bilis a la garganta. No puedo deshacerme del malestar que me produce eso.

—Lali —susurra una voz del otro lado de la puerta. No contesto. No puedo—. Lali, sé que estás despierta. Ábreme.

Niego con la cabeza, aunque no pueda verme. Las lágrimas ya han caído, y no puedo hacer nada respecto a ello. —¿Por qué le echaste el pestillo? —suelta un suspiro largo—. ¿Qué ha pasado para que volvamos a esto? —siento como se me encoge el corazón con su pregunta—. Nena, sea lo que sea, déjame intentar solucionarlo al menos —me pide, su voz triste y apagada.

No se en qué momento mis pies se levantaron de la cama, y se dirigieron frente a la puerta, pero ahora que estoy aquí, dejo caer mi frente encima de la madera sin hacer ruido. —Ábreme, por favor. Necesito verte —ruega, su voz entrecortada.

Inspiro hondo, pero no doy el brazo a torcer, costándome horrores no poder estar con él ahora mismo. Pero es lo mejor, es lo que debo hacer.

Siento como se levanta, sus pisadas fuertes al irse por el pasillo, y me siento en el suelo contra la puerta, sin poder parar de sollozar.

En un santiamén, tengo a Peter delante. —Pero... ¿Qué? —me sorprendo. Soy incapaz de pronunciar nada más. ¿De donde ha salido? ¿Cómo ha entrado?

Sus brazos me levantan del suelo, pero antes de que pueda moverme, me suelto de su agarre, empujándole con fuerza. —¿Qué pasa? —me pregunta, tristemente.

—¿Cómo has entrado? —no es la pregunta que quería hacerle, pero es una de las muchas que me tiene confusa.

—Por el balcón —mis ojos se dirigen hacia el, y en ningún momento me he dado cuenta de sus puertas abriéndose y cerrándose. ¿Cómo lo ha hecho tan silenciosamente? —Años de experiencia —contesta, aunque no haya pronunciado mi duda—. Siento haber entrado por ahí, pero no querías verme, y eso no me lo puedo permitir —dice juguetonamente, mientras me lanza una de sus sonrisas.

Aparto la mirada, insegura de como echarlo. Me tambaleo un poco en mi lugar, aunque el alcohol ya se haya ido casi por completo de mi sistema, pero eso no evita que Peter me agarre para estabilizarme. Me suelto de su agarre con fuerza.

—¿Qué mierda pasa, Lali?

—No me toques —le escupo. La tristeza dando paso al enfado. ¿Cómo se atreve a hacerme sentir así cuando ha estado divirtiéndose por ahí mientras yo estaba en la miseria? Cabrón.

—Pero, ¿qué te pasa? —pregunta algo confuso.

Me cruzo de brazos, no dejando intimidarme. Lo odio. Lo odio tanto como lo quiero. Sacudo la cabeza. No. Basta ya. —¿Estuviste con Britney? —mis palabras lo sorprenden, pero no se retira.

Frunce el ceño, aunque responde. —Lali, ya sabes que...

Lo interrumpo, ya sabiendo donde va su explicación. —Me refiero a recientemente —digo, con convicción.

MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora