Enseñame a querer

09

-Eres un idiota-Sabía que me estaba reprendiendo, pero justo ahora me daba igual. 

-Tú lo eres más-Mi voz salió más pausada y torpe de lo que pensé, y por si fuera poco, no tarde en hipar. 

-Lo único bueno de esto es que estoy conduciendo tu auto, y lo amo maldición es hermoso, pero estar de niñero con un ebrio idiota no es nada agradable-La voz de Jimin sonaba cansada. 

Con dificultad me reincorporé, ya que, por lo que puedo entender, estaba recostado en el asiento trasero, lo escuché bufar ante mi torpeza, ya que, debido a mi condición me percaté de que justo dio vuelta, y terminé a dar contra la ventana del lado contrario. 

-Eres un tonto-Me alejé de la ventana por un segundo, y al siguiente volví a pegarme a ella, estaba fría, y justo ahora yo me sentía en llamas. La bajé para que el aire fresco entrara, y ahora lo estaba más por lo tarde que era. 

-Mierda, Jungkook no hagas eso-Jimin logró subirla por los botones que había del lado del conductor, que suerte tienen algunos, malditos ricos, oh no, espera, este es mi auto. 

-¡Hey! ¿Por qué diablos estás conduciendo mi auto? Te despediré-Y de nuevo mi voz sonó atropellada y torpe, ¿Sería buen momento para callarme? Probablemente pero, a la mierda. 

-Créeme que, si esto se vuelve a repetir y debo cuidarte de nuevo, con gusto pediré mi renuncia por mi cuenta-La ironía en su tono me hizo reír descontroladamente, y terminé acostado, otra vez. 

-Eres taaaan ingenuo-Mis palabras se alargaban cada vez más, al igual que el sueño que poco a poco se apoderaba de mi. 

-Como sea-El auto se detuvo y, después de escucharlo bajar, abrió la puerta frente a mi, mierda, si que hacía frío. 

-Sabes que, déjame aquí, huye, anda abandoname también tú-Fingí llorar, es por esto que nunca bebo, sé lo estúpido que debo verme ahora mismo. 

-Baja de una jodida vez, no tengo todo el tiempo del mundo, seguramente tu esposa te está esperando bastante angustiada mientras tú estás lloriqueando como un bebé, mueve tu trasero Jeon Jungkook-Sí, estaba molesto. Reí. 

-Ya, no te enojes, ¿Qué acaso no ves que soy sensible?-Me levante con dificultad, él me extendió su mano, con gusto la tomé y, en un segundo estuve fuera del auto. 

-Comienzo a considerar el conseguir un nuevo empleo. 

-No seas exagerado, nadie aguantará la mierda que eres, o dime ¿Quién te dejara excusarte con el "tuve sexo rápido en el asensor" por llegar tarde?

Lo vi sonrojarse por mi declaración y volví a reír sin control alguno. 
Al instante la puerta de la casa donde, por lo que recuerdo, vivo, se abrió, dejándome ver a una chica, en unos shorts para dormir diminutos. Mordí mi labio inferior y casi llevo mi mano a mi miembro para frotarlo por sobre el pantalón, y es que de repente sentía una gran erección, y maldita sea, cómo dolía. 

-¿Quién es?-Hice el intento por señalarla pero Jimin me apartó de un manotazo. 

-Es tu esposa, idiota-Parecía incrédulo por mi pregunta. 

-Eso facilita las cosas-Asentí lamiendo mis labios deseoso. 

Dí un paso pero tropeze, de no ser por Jimin hubiese caído de cara al suelo. 

¿Quién diablos pone la banqueta justo ahí?

Aquella chica se acercó rápidamente hacia mi, pasando sus delgados brazos por mi cintura, ¿Era eso una insinuación? Porque gustoso la aceptaba.