52

4.1K 320 45
                                    

-Pero, creo que la peor parte fue cuando quisiste ser el héroe de la historia-Se quejó, esta vez me miró con cierta furia contenida. 

Quise encogerme en mi asiento, sentía el aire escapar de mis pulmones de repente. Era aterrador. 

-Me cuestionaba todo el tiempo si mi decisión fue correcta, si el dejarte ir, si el no ir a tu encuentro fue realmente lo mejor. ¿Quién podría reparar lo que yo misma me encargue de romper? Me metí en tu relación, quise creer que, sólo seria cuestión de tiempo para que terminaras con ella. Para que volvieses a mi y fueras solo mio.

¿Debía interrumpirla o sólo dejar que se desahogara?
Opté por lo segundo. 

-Entonces todo se vino a bajo, dejé el trabajo, incluso pasó tiempo para poder reintegrarme en uno. Aunque era algo diferente a lo que esperaba me bastaba con tener la mente ocupada. Para alejar aquellos tortuosos pensamientos de mi cabeza. Y es que, ¿Cómo podría perdonarme? No hice más que arruinar algo que no tendría reparo alguno. En el fondo sabía que Bomi era consciente de lo que sucedía pero, nunca se quejó, nunca fue la perra que esperaba que fuera. ¿no se supone que así funciona? Te consigues a la chica más vil, a la que se supone que debo odiar y a la que debo alejar de ti. Pero en realidad, la única que hacia mal ahí era yo. 

Apretó sus manos en puños, tomé sus manos con cuidado, sin decir ni una palabra acaricié sus nudillos con mis dedos, trazando formas irregulares constantemente. Eso la calmó un poco, pues sus hombros se relajaron evidentemente. 

-Te lo dije antes, pero, cuando Hoseok llegó fue como si el sol volviese a salir en mi vida. Aún así, sabía todo lo que estaba mal con él. Era demasiado perfecto para ser real. En ocasiones escuché sus llamadas con sus "amigos", nunca me permitió conocerlos, eran gruñones, o eso es lo que decía como excusa, hasta que, cansada de ser dejada de lado lo seguí. ¿Era mi karma acaso?
Estuve saliendo con alguien que vendía personas. 

Aquello me heló las manos. 

-¿Qué?-Si bien Namjoon me dio una idea de lo que sucedía, saber que ella fue consciente de esto todo el tiempo y aún así permaneció a su lado fue, escalofriante. 

-Temí por mí, temía que si hacia algo para acusarlo, incluso para dejarlo, podría ser contra producente. Temía ser la siguiente en venta-Admitió, sus labios temblaron un poco-Cuando te abrí la puerta por primera vez en mucho tiempo, quise golpearte-Admitió sonriendo-La vida no podía ser tan mala conmigo si estabas de vuelta. Así que, fui con cuidado, planteándome cada uno de los posibles escenarios. ¿Si lo dejaba y te hacia daño? Nunca me lo perdonaría Kook, te hice daño en el pasado, no podría soportar que alguien más te causara un dolor irreparable. Simplemente no podría vivir con ello-De alguna forma mis brazos lograron rodearla. 

Y si bien la posición el la que nos encontrábamos no era la más cómoda, eso no me iba a impedir abrazarla. 

-Yo sé que seria difícil para ambos, pero estamos bien, estamos aquí. El pasado importa, es algo de lo que tenemos que sobreponernos. He aprendido que, si nos la pasamos lamentando errores del pasado, nunca podremos salir adelante, ¿De qué nos sirve atormentarnos con cosas que no podemos cambiar?-Besé su mejilla con cuidado, sabía que cualquier movimiento en falso podría cambiar el contexto de lo que en realidad quiero expresarle. 

-Tienes razón-Me miró, aquel brillo en sus ojos estaba de vuelta, y ahora más que nunca la hacía lucir hermosa-Y ahora-Se apartó repentinamente y para mi sorpresa-Salgamos de aquí antes de que Jimin terminé con el menú del día-Ambos reímos, pero después, en perfecta coordinación bajamos del auto sin decir nada más. Pues en el fondo sabíamos que, podría ser cierto. 

En cuanto lo encontramos dentro del establecimiento, suspiramos llenos de alivio, pues sólo se encontraba comiendo tranquilamente, o eso aparentaba, pues cuando tomamos asiento a su lado nos reclamó.

Enseñame a quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora