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12 años.

— Mamá, si mi alma gemela no cree en el amor y yo tengo que enamorarla, ¿cómo haré eso?

Su madre recién venía a explicarle correctamente todo lo de su dichosa condición, todo lo que el doctor le había dicho al menos, pero mentiría si dijera que no se sintió triste y decepcionado cuando supo aquella información adicional.

— Eijiro, eres el niño más lindo del planeta, de seguro cae ante ti, al momento de verte.

— ¡Mamá!— gritó el pequeño algo avergonzado antes de soltar un suspiro y juntar sus manos sobre su regazo, manteniendo su mirada gacha.— ¿qué hago si cuando la conozca esté con otra persona? ¿o si no le gusto? ¿o si no cree en el amor?

— Todos creen en el amor, mi vida, la única diferencia es que no todos lo admiten.— respondió de manera lenta y calmada la madre del niño que le dio una mirada cálida.—  si esta persona no se enamora de ti al instante es porque debe ser un idiota.— aquello hizo reír al pelinegro, aunque sea por unos cortos segundos.— pero, en serio, Ei, si esa persona no le gustas entonces puedes hacer que lo haga, darle detalles, empezar a ver las cosas que le gusta y bueno, vean lo que tienen en común para que todo eso que estén pasando sea más fácil.

— ¿Y qué hago si no logro convencerlo de que es mi alma gemela a pesar de todo eso?

— Entonces tienes que contarle de tu condición, puedes pedirme ayuda y los acompaño al doctor que nos atendió para que le explique todo.

Aquellas palabras hicieron pensar a Kirishima, quien después de unos cuantos segundos negó con la cabeza para luego mirar a su madre a los ojos.

— Un hombre de verdad no necesita de nadie para enamorar a su alma gemela. 

Colorblind [KiriBaku]Where stories live. Discover now