J

11.6K 2K 674
                                    

16 años. Mismo día que el capítulo anterior.

— Entonces el maldito se puso todo insoportable cuando te defendí, y no entiendo qué mierda le pasa o qué bicho le picó de la nada, porque después de eso, me echó como si fuera otro cualquiera, un perro o qué sé yo, fue como si se hubiera olvidado completamente que soy su mejor amigo.—Kirishima contaba su historia mientras soltaba un suspiro al terminar, mirando sus manos las cuales movía de vez en cuando para darle más dramatización a sus palabras, manteniendo un ceño fruncido por la frustración que sentía en aquel momento.

— Eso me suena a celos, la verdad.

Aquella respuesta de Midoriya simplemente le hizo reír tristemente, mirándole con sus cejas juntas ahora.

— Para tener celos primero tiene que sentir algo por mí, Midoriya, pero a veces dudo que ese estúpido sienta algo más que enojo.

La conversación duró un par de minutos más hasta que Kirishima decidió que quería estar solo en su totalidad. Salió de la habitación de Midoriya, yendo por la sala común, viendo a todos como si nada estuviera pasando y se fue de los dormitorios a dar un paseo, buscando calmar la angustia que sentía en su pecho.

Sin embargo, no pasaron ni cinco minutos cuando Midoriya sintió toques en su puerta; se levantó con rapidez pensando que era Kirishima de regreso por algunas palabras de apoyo.

— Kirishima-kun...

— No soy el cabello de mierda.

Ni en sus peores pesadillas pensaría que Katsuki Bakugo tocaría su puerta algún día sin llegar a derribarla de una sola explosión, pero tampoco mentiría, temió por su vida al saber que estaba frente a él y nadie estaría para calmarlo. Pasó saliva y habló.

— Kacchan, ¿qué haces aquí?

— Necesito tu consejo, nerd, y si le cuentas a alguien te mataré.

Colorblind [KiriBaku]Where stories live. Discover now