Capítulo 4

4.1K 312 20
                                    

Empuje la puerta con la yema de mis dedos apenas haciendo ruido y la vi sentada frente a su escritorio con un bolígrafo entre los dedos tarareando una canción que no conseguí descifrar. Solté el aire que por alguna razón estaba conteniendo y di un paso al interior de la oficina haciéndome notar frente a sus ojos.

-Te has robado la atención de mis amigos la otra noche.- Dije haciendo referencia a los momentos vividos hace dos días atrás.

-Son realmente agradables. No tengo muchos amigos por aquí así que....- Se encogió de hombros.

-¿Así que tratas de quedarte a los míos?.- Pregunte alzando ambas cejas- Estoy bromeando.

-No lo hagas, quizás si lo intente.- Me siguió el juego y yo me tome la libertad de tomar asiento- La verdad es que no tengo muchos amigos.

-No me imagino el porqué.- Murmuró volteando la mirada jugando con ella- No eres muy sociable ¿O sí?.- Esta vez hable con seriedad.

-En la secundaria solía ser muy tímida y luego en la universidad no había demasiado tiempo para fiestas y esas cosas.

-¿Por qué no? Todo el mundo busca descontrol en la universidad. Es una de las mejores etapas de nuestras vidas.- Dije atónita frente a su confesión.

-Pues a mi me importaban más mis calificaciones.- Rió por lo bajo como si estuviese recordando- Supongo que era un ñoña.

-¿Eras?.- Pregunte divertida y ella me fulminó con la mirada- Esta bien, esta bien. Creo que puedo compartir.

Ella sonrió de medio lado manteniéndome la mirada por un par de segundos como si intentase decirme algo a través de ésta pero yo no comprendía muy bien qué.

-Les terminare agradando mucho más que tu.- Decretó alzando la barbilla.

-¿Eso crees?.- Ella asintió viéndome desafiante- Pues ya lo veremos.

Dándole un guiño, me puse de pie y caminé al exterior de su despacho dando una breve mirada atrás antes de cerrar la puerta tras de mí. Luego de aquel momento no deje de sonreír en lo que restó del día y por supuesto, Dinah y mi padre aprovecharon aquello para fastidiarme. Quizás pueda invitarla a cenar un día de estos para poder platicar más fuera del trabajo o......no, no, no. ¿En qué estás pensando, Jauregui? ¿Invitarla a cenar? ¿Cuál será su plato favorito? Por dios, ya basta. Aunque no es del todo una mala idea. El pensamiento continuo dándome vueltas en la cabeza hasta que abandone la consulta esa misma tarde. Me pasaría por la costa para comer algo antes de ir a casa. Lo que no esperaba era encontrarme con Alex allí, con quien terminé cenando y posteriormente pasando la noche en mi casa.

Me había acostado con Alex muchas veces antes y siempre había sido una grata experiencia compartir la cama con ella pues era sexy y apasionada, pero esta vez se había sentido distinto, cómo si no hubiese interés de mi parte o cómo si estuviese pensando en alguien más. En Camila. Giré mi rostro para ver a la chica desnuda y dormida junto a mí, y me acomodé de espaldas clavando mis ojos en el techo sin poder conciliar el sueño.

¿Qué está pasando conmigo?

...

-Buenos días Maya.- Dejé una caricia en el lomo de la Golden quien disfrutó del toque agitando animadamente su cola respondiendo mi saludo.

Camine a la cocina y encendí la cafetera antes de buscar una taza en la alacena y un poco de leche en la nevera. Una taza de café me vendría bien para comenzar el día, el último de aquella semana. Iba un par de minutos tarde a la veterinaria, así que me di prisa corriendo por toda la casa asegurándome de que no olvidaba nada, todo bajo la atenta mirada de Maya. Cruce la puerta de entrada con un montón de cosas entre mis brazos y me apresuré a cerrar tras de mi tratando de no dejar caer nada en el acto pero fallé. Mi mirada se centró más allá de mi porche al incorporarme, más específicamente en el recibidor de la casa vecina.

The Choice (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora