Capítulo 10

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Habían pasado varios días. Muchos para mi disgusto. No había vuelto a verla o a saber algo de ella, pues se había ausentado en la consulta y ni siquiera estaba segura de si había regresado a casa. No insistí en buscarla o tal vez llamarla, sabía que solo terminaría haciéndome el daño que intente evitar por mucho tiempo evadiendo la relaciones serias. Y ahora que por fin había encontrado el amor, al parecer, no eran ni el momento ni la situación adecuados. Tampoco parecía ser la chica correcta. Dinah estuvo intentando hacerme hablar al respecto pero yo no tenía ánimos. Me había convertido en una especie de fantasma que se movía de un lugar a otro sin un motivo fijo.

-Buenos días, DJ.- Salude en tono neutro antes de caminar directamente hasta mi oficina sin levantar la vista.

-Laur, espera....- Quiso detenerme para hablar pero la verdad es que no estaba de humor.

-Ahora no, ¿Si?.- Dije continuando con mi camino pero deteniéndome a medio pasillo al ver a alguien que no era Camila en la consulta.

-Disculpa, ¿Tu eres?.- Pregunté viéndola de pies a cabeza.

-Cheryl, la nueva.- Hizo comillas antes de estirar la mano en mi dirección. La estreche confundida- Tu debes ser Lauren ¿No?

-Así.....es.- Murmuré desconcertada- ¿Me das un minuto?

Retrocedí sobre mis propios pasos regresando al recibidor en donde Dinah estaba casi escondida tras su mostrador mordiéndose el labio inferior tal y como hacía cuando estaba nerviosa. No hizo falta más que pararme frente a ella en busca de una explicación para que comenzara a hablar.

-¿Más personal?.- Interrogue y ella negó con la cabeza.

-Es más bien, un reemplazo.- Soltó- Camila renunció.- Dijo y sus palabras me golpearon como un balde de agua fría.

-¿Hace cuánto?.- Ella no respondió y sin esperar más, camine a la oficina de mi padre entrando sin siquiera tocar- ¿Cuándo?.- Pregunté de inmediato.

Mi padre se quitó las gafas dejándolas caer sobre su escritorio y se me quedó viendo como severidad. Yo permanecí en mi lugar sin moverme un solo centímetro aguardando a por una respuesta, él suspiro y frotó el puente de su nariz.

-Tres días. Me tomó por sorpresa tuve que buscar a alguien de inmediato.- Asentí dándome una vuelta llevando ambas manos a mi cabeza.

-¡Joder!.- Grité con un gruñido.

-Creo que lo mejor es que vayas a casa.

-No tienes que tratarme como una niña pequeña, papá.- Dije con disgusto.

-Lauren, no puedes trabajar con este humor.- Respondió tajante dándome una mirada dura- Haz lo que te digo. Ahora.- Señaló la puerta observándome con seriedad y yo dejé la oficina hecha una furia.

¿Renunciar? ¿Acaso estaba huyendo sin querer darme la cara? ¿Quién se cree que es? Ah pues lo olvide, ¡Doña perfecta!. Puse en marcha la camioneta y salí del aparcamiento de la veterinaria con rapidez. Iba a buscarla, esto no se quedaría así, necesito hablar con ella. ¿Por qué está siendo tan cobarde? Sé que me quiere tanto como le quiero yo a ella. Las cosas deberían ser más simples. Me detuve abruptamente derrapando sobre la hierba y la tierra, saliendo del interior del vehículo en un salto y corriendo hasta su porche delantero golpeando la puerta. Pero no hubo nada.

-¡Camila!.- Golpes- ¡Sé que estás ahí, tenemos que hablar!.- Más golpes, pero no hubo respuesta- ¡Camz!

Nada. Le di la vuelta a la casa intentando ver hacia el interior pero no había nada. Ninguna señal de ella o de Maya y los cachorros. Nada de nada. El pánico comenzó a apoderarse de mí, regresé a casa hecho un lío y di vueltas por todo el lugar, absolutamente intranquila.
¿Dónde estaba? Eso era lo que me preguntaba una y otra y otra vez. Caleb fue mi deducción, y sin importarme nada, conduje hasta el hospital en busca de él para conseguir respuestas. Me importaba un carajo que fuesen a casarse, necesitaba verla a los ojos y escucharla decir que no me ama, que no quiere estar conmigo, solo así me quedare tranquila.

-¡Caleb!.- Grité caminando por los pasillos- Hola, estoy buscando al doctor Caleb Morrison.

-Él está ocupado en este momento, si gusta puedo.....- Mientras la chica hablaba note a Caleb charlando con alguien al final del pasillo y me apresuré a acercarme- ¡Hey, no puede pasar así!

-Caleb.- En cuanto lo llame recibí su mirada de odio. Entonces supe que ella se lo había dicho.

-¿Qué estás haciendo aquí?.- Rugió dándome un empujón que me hizo retroceder unos cuantos pasos- Ya conseguiste lo que querías.

-Escucha, no tengo tiempo para disculparme. Solo necesito saber, dónde está.

-¿Y por qué yo tendría que decírtelo?.- Preguntó entre dientes dando un paso en mi dirección- Íbamos a casarnos, pero tú tenías que intervenir. Yo la amo y sé que puedo hacerla feliz.

-Pues por eso tienes que decírmelo.- No estaba mintiendo con mis palabras- Sé que la amas, y lo siento, de verdad.- Me disculpe con honestidad- Pero yo también la amo, me enamoré de ella, y ella de mí. Sé que a pesar de esto siempre le desearás la felicidad, Caleb. Y creo que esa felicidad es junto a mí en este momento.- El castaño suspiro aún con la expresión molesta en el rostro.

-Esta en casa de sus padres.

Fue lo único que dijo antes de darse media vuelta y marcharse. Dejé el hospital y regrese a la consulta en busca de mi padre, lo necesitaba.

-Se fue. Ella de fue.- Dije nada más estar frente a él. Stephan me observo antes de soltar un suspiro.

-Cuando dije que debías buscar a alguien.- Comentó- Estaba seguro de que irías a por lo más difícil.- Rió por lo bajo casi melancólicamente- Siempre lo hiciste.- Pasó una mano por mi rostro- Y nunca te rendiste frente a ello.- Lo mire fijamente- ¿Aún me pregunto qué haces aquí?

-¿Crees que deba....?

-Ya lárgate ¿Quieres?.- Dijo con diversión y yo obedecí de inmediato.

No sé cuánto tiempo conduje pero valió la pena cada kilómetro que recorrí pisando aquel acelerador. Camila era lo más real que había tenido en años, y por nada del mundo iba a permitir que escapase de mis manos.

***

Siento haberme ausentado tanto, sé que es corto y que todo ocurre muy rápido pero espero me entiendan.

P.D: Como siempre disculpen los errores gramaticales y ortográficos.

The Choice (Camren)Where stories live. Discover now