Capítulo 4: Invitación

1.4K 163 59
                                    


Tenneesse se acerca a mí y da de lleno una bofetada en mi rostro.

—¡Eres un desgraciado! —yo sostengo mi mejilla adolorida con una cara de ¿Qué rayos? —ese es mi muchacho —me abraza.

—¡¿Qué demonios sucede contigo?! —le digo aún sosteniendo mi mejilla.

—Comprendeme es el shock —se sienta junto a mí —¿Y? ¿Que tal besa? ¿Te gustó? ¿Ella te beso a ti o tu a ella? —levanta una ceja, yo oculto mi rostro sonrojado.

—E-eso no se dice —rayos si de por si ya estoy en shock por besarla y él me ahoga con tantas preguntas.

—No desgraciado, ahora me dices como besa.

—Besa... Bien, supongo —murmuro avergonzado.

—Ah, que envidia, desearía haber besado a una chica hoy —suspira —. Hace más de un mes que no beso a nadie.

—Es por tu propia culpa prostituto, además no te quejes, dijiste que ya habías dejado la zorrería —lo golpeo.

—¿Por qué fue eso? —me mira mal.

—No lo sé. A veces te golpeo porqué sí —lo vuelvo a golpear.

—¡Ah! —se soba —¡¿Qué carajos Chase?! No me maltrates. No es mi culpa que estés nervioso por haberte enrollado con la vieja —por acto reflejo le doy una bofetada.

—¡No me enrolle con nadie!  —me levanto rápidamente, mientras él sostiene su mejilla, ensimismado —¡Ve a dormir! —señalo la habitación.

—¡Tú no me mandas! — pone en pie para desafiarme.

—¡Vives en mi casa jovencito y mientras eso pase harás lo que te diga!

—¡Ésta también es mi casa! ¡Yo también pago medio alquiler! —como adolescente berrinchuda y se marcha fingiendo llanto. Solo escucho como cae en la cama —¡Te odio no me entiendes! ¡Me voy a hacer emo! ¡Me voy a suicidar!

—¡Si te suicidas asegurate de avisarme si te moriste! —grito desde la sala evitando reír.

Casi muerto del sueño pero lo logro, llego a tiempo al imponente edificio, Beberly Diamond.

De nuevo pregunto en recepción y esta vez me indicar ir al último piso.

Tomo el elevador y salgo en el lugar correcto. Donde está la oficina de la susodicha con la que mis labios hicieron contacto ayer.

—Hola Mia —le doy una sonrisa a la chica sentada detrás de un escritorio.

—Oh, hola Chase, ¿Buscas a Amanda cierto? —se expresa de una manera dulce y animosa, que contagia. No se porqué pero esta chica me agrada mucho, tiene un aura que hace feliz a la gente con solo estar cerca de ella.

—A decir verdad, sí —admito.

—Puedes pasar, ella esta en su oficina —señala la puerta.

—¿Estás segura que no le informarás que ya estoy aquí?

—No. No es necesario —sonríe, yo le sigo el gesto, algo extrañado.

—Gracias, Mia —me doy la vuelta.

Cuando estoy frente a la fina puerta de madera, dudo un par de segundos por lo que ocurrió ayer. Inevitablemente mi mente divaga en aquel beso, sin embargo me limito a dejar de pensar en ello para no quedarme como faro frente a la puerta y abro de una vez.

El aire frío, dentro de la habitación me recibe con brusquedad. Busco con mi vista el aire acondicionado y descubro que está a dieciséis grados.

LIFE: de mesero a modelo (Completa) [Life 1]Where stories live. Discover now